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Esta curva es un peligro

   
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Foto M.P. DA

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

30 de noviembre de 2014: dos accidentes en la TF-5 a su paso por la llamada curva de El Sauzal. 17 de diciembre: otros tres siniestros más en este mismo lugar, localizado a partir del punto kilométrico 21. 20 de enero: dos incidentes más en la zona, que cuenta con el singular añadido de que la reiteración de estos sucesos se produce tanto en dirección hacia Puerto de la Cruz (el más conflictivo) como rumbo a la capital tinerfeña. Del 23 al 24 de enero: 5 accidentes en menos de 40 horas llaman la atención de toda la Isla. Un dato clave en toda esta historia: en todos esos días llovía o acababa de llover en el lugar.

A falta de estadística oficial, sirva esta mera enumeración para mostrar empíricamente por qué este tramo de la autopista del Norte es considerado, a pesar de la escasa incidencia de mortalidad o de lesiones de gravedad, como un grave problema de seguridad vial tanto para las autoridades, en este caso representada por la Dirección General de Tráfico, como para vecinos del lugar (Ayuntamiento de El Sauzal) y víctimas de las carreteras (Canariasvial).
¿Por qué tanto accidente justo ahí? Como siempre ocurre en seguridad vial, influyen todos los factores con mayor o menor intensidad, pero se pueden realizar mejoras sustanciales en la carretera. “En ese punto de la TF-5 hay un problema con la vía clarísimo y los titulares de la misma deben actuar en consecuencia”. La sentencia es de, nada menos, el jefe provincial de la Dirección General de Tráfico, Ramón Guerra, quien, como el resto de los consultados, también pide prudencia a los conductores a la hora de afrontar este tramo de carretera. “Está claro que el carril de incorporación existente se encuentra detrás de muchos de estos accidentes”, denuncia el alcalde de El Sauzal, Mariano Pérez, quien reconoce que en su día ya se dirigió al Cabildo para consultar sobre la posibilidad de realizar mejoras y que “son muchos los vecinos, empezando por mí, que cuando llegamos al carril de incorporación sentimos esa sensación difícil de definir en la que se activan todas las alarmas”. Tanto Guerra como Pérez coinciden con Carlos San Antonio, el especialista en seguridad y criminología vial de la asociación de víctimas Canariasvial, en que dicho carril de incorporación es realmente temible “por dos motivos: es muy corto y va a parar justo a una curva”. El alcalde transmite la experiencia de los vecinos: “Los frenazos para evitar a los que salen son la causa de que algunos conductores pierdan el control de su vehículo y acabe saliéndose de la vía.

Pero el carril, siendo un punto clave, no está detrás de todos estos accidentes. “Si contásemos con una estadística oficial”, reclama San Antonio, “podríamos trabajar mejor en dar con las soluciones adecuadas, pero no existe dado que, a diferencia de lo que ocurría en el pasado, ya no hay siniestros con mortalidad y lesiones graves”. “Si ahora no se da la mortalidad que se registraba en el pasado se debe a la ubicación del radar antes de la curva en dirección norte”, explica el responsable de Tráfico para esta provincia, pero el criminólogo vial, estando conforme con ello, apostilla un dato de interés: “El radar ha desplazado el punto más conflictivo hacia adelante, ya que antes había más accidentes en la primera curva a la izquierda o justo antes, mientras que ahora es después de esa curva a la izquierda y antes de la siguiente a la derecha donde se registran más percances”.
Pero no basta con mejorar las condiciones de la vía, ya sea el carril, el peraltado (que ha sido corregido respecto al original), el singular trazado o el propio firme (también recientemente reacondicionado).

El factor humano cuenta, y así nos lo explica José, nombre ficticio de un conductor accidentado en dirección hacia Santa Cruz que llegó “a más de cien a la curva, estaba mojado y cuando me vine a dar cuenta parecía que patinaba sobre hielo hasta que me estrellé contra la mediana”. Para Guerra, “la precaución es clave para el conductor: hay que respetar las señales, mantener el vehículo en las mejores condiciones posibles, circular a la debida distancia…”. Como le pasó a José, San Antonio destaca que “el exceso de velocidad genera muchos de los vuelcos que se producen en estos tramos”.
Y, claro está, hay quien opta por ser prudente a su manera y evita la zona más conflictiva incorporándose a la autopista “por otros accesos aunque tenga que recorrer más distancia”, tal y como nos confirma el alcalde. Por último, está el imponderable de la climatología, que confirma Mariano Pérez (“siempre cuando llueve hay muchos más accidentes”), pero aquí el criminólogo vial aconseja mejorar la señalización: “Se echa de menos una advertencia al conductor de que está llegando a un lugar donde la estadística de siniestralidad se multiplica”.
Y tanto. Sólo con los que se ha podido recabar a través del 1-1-2 o por otras vías, al menos 12 accidentes en lo que va de 2015 y otros 14 en los dos meses anteriores en una curva que, está claro, tiene mucho peligro. Por ejemplo, hoy mismo, que se esperan lluvias en la Isla…