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La plaza del Príncipe y el Círculo de Amistad – Por José Manuel Padilla Barrera

   

En el año 1855 se instalaron en Santa Cruz dos sociedades recreativas: El Recreo Sociedad de Patriotas y El Progreso Sociedad de Amigos de la Juventud, que más tarde pasaría a denominarse La Aurora. Pasados unos años, el día 13 de marzo de 1868, estas sociedades se fusionaron dando lugar al Círculo de Amistad, que tuvo su sede en una casa de la plaza de la Iglesia, hasta que el 14 de julio de 1892 un terrible incendio arrasó el edificio. La sociedad adquirió entonces una casa terrera en la calle San Felipe Neri, desde 1916 Emilio Calzadilla. A poca distancia de la casa, a su espalda, en la calle paralela Ruiz de Padrón, existía una bella plaza que se había convertido en el lugar de ocio más frecuentado por la sociedad santacrucera. Por eso, en 1902 el Círculo no dudó en adquirir un solar en esa calle, para construir allí un gran edificio y estar presente en ese centro de la vida social de la ciudad. El solar se encontraba justo donde desembocaba en la calle Ruiz de Padrón la de José Murphy, que cerraba la plaza por su costado este.
Esa plaza se había inaugurado de forma anticipada el día 8 de diciembre de 1857 con el simple hecho de que el arquitecto municipal Manuel Oraá, al frente de un equipo de bomberos, diera libre acceso al público a la huerta del convento de San Pedro Alcántara, demoliendo el muro que la separaba de la calle del Norte. Ese mismo día se colocó una placa que rezaba: plaza del Príncipe de Asturias. Se trataba de celebrar el nacimiento, ocurrido pocos días atrás, del que años más tarde sería Alfonso XII. Dando así, el Ayuntamiento de Santa Cruz -que se declaraba republicano- una muestra de elegancia política, que con toda seguridad hoy no se daría.

En 1903 una sociedad de jóvenes toscaleros se fusiona con el Círculo de Amistad y le añade a su denominación la suya propia: XII de Enero, lo que al parecer mejora su situación económica. En 1905 comenzaron las obras del nuevo edificio, que se dilataron bastante, y hasta 1928 no se dieron por terminadas. La antigua casa, que en principio se pensó en vender, se mantuvo y su solar sirvió para que en 1958 se acometiera una ampliación adosando una nueva edificación con fachada a la calle de Emilio Calzadilla. De esta forma, el Círculo de Amistad dispone de un edificio muy original. Tiene dos fachadas de estilos completamente antagónicos: la principal de un eclecticismo francés del II Imperio, adornada con cariátides, grifos, atlantes y candelabros, y la trasera con la sobriedad rectilínea propia del estilo racionalista.

A partir de la segunda década del siglo XX todos los domingos tenía lugar en la plaza del Príncipe un concierto matinal a cargo de la banda del Regimiento de Infantería Tenerife nº 64. El concierto del 17 de octubre de 1920 fue muy especial, porque ese día se estrenó el pasodoble original del director de la banda, José María Martín Domingo: Ven, Cirila, ven… Se trataba de la versión para banda de una canción que se haría muy popular en toda España, la cantarían tonadilleras, cupletistas, tunas y se cantó en ambos bandos de la guerra civil. La letra ingeniosa y pícara de esa canción era de un distinguido socio del Círculo de Amistad, Aureliano Martínez Uribarry, que en 1915 fue vicepresidente de la sociedad.

Bajo uno de los bellos laureles de indias de la plaza del Príncipe, un grupo de jóvenes socios del Círculo de Amistad crearon una rondalla que daría mucho prestigio a la sociedad, la Rondalla Tronco Verde, haciendo alusión al tronco del árbol que les acogía. Fue un magnífico grupo musical y ganó a lo largo de los años cinco primeros, dos segundos y dos terceros premios de interpretación. Se disolvió en 1979, al parecer por divergencias con la directiva y se despidió ganando ese año el segundo premio.

El año 1977, de la mano de un joven lagunero catedrático de Historia, Salvador Rojas González, nació en el Círculo de Amistad la Agrupación Lírica la Zarzuela. Sus primeras actuaciones en la calle fueron en el Reloj de Flores del Parque y en la plaza de Candelaria. El día 20 de febrero de 1982, sábado de Carnaval, la Zarzuela, como la llamaba la prensa de la época, actuó por primera vez en la plaza del Príncipe. Esta relación con la plaza no fue circunstancial porque estas actuaciones en su templete central se repetirían hasta convertirse en un acto fijo e importante de la programación oficial de las fiestas en las mañanas de los domingos de Piñata. Lleva, por lo tanto, el Círculo de Amistad, 33 años consecutivos estando presente en la plaza del Príncipe, domingo tras domingo de Piñata. Lo sorprendente y maravilloso es que a lo largo de estos años han cambiado las personas del coro, han cambiado los solistas, han cambiado los músicos, pero siempre la Agrupación Lírica ha estado dirigida por la misma batuta, la de Salvador Rojas. Este año nos presentan un programa realmente atractivo. Nos ofrecerán 18 temas, 17 de zarzuela y uno de ópera, que se reparten 10 autores. Hay piezas realmente antológicas: el dúo de La Revoltosa, el Canto a Murcia ¿Cuántas veces la habrá cantado Marcos Redondo en el mismo templete con Los Fregolinos?, Si las mujeres mandasen o el divertido zapateado de La Tempranica, La Tarántula, que se ha convertido en pieza favorita de las solistas en recitales de zarzuela… En fin, así seguiríamos hasta las 18 composiciones. Todo estará a cargo de un coro de 40 voces, nada menos que ocho solistas, tres sopranos, una contralto, dos tenores y dos barítonos, acompañados por una nutrida orquesta; impulsado y dirigido todo el gran grupo, ya lo sabemos, por Salvador Rojas. Como es conocido, antes que la Agrupación actúa la NiFú-NiFá. O sea, que después del Cubanito, la Zarzuela.