X
Al golpito>

El precio de la libertad – Por Rafa Lutzardo

   

Una calle, un rincón, un lugar o una esquina de Caracas suponen surcos de sangre, fotos y ramos de flores en recuerdos y homenajes a las 25.000 personas que fallecieron asesinadas en el año 2014. Del mismo modo, y mientras la población civil hacen colas kilométricas para obtener alimentos, Nicolás Maduro se encomienda a Dios; pidiéndole que busque una solución milagrosa que permita recuperar la economía del debilitado país caribeño. Al parecer, Dios aún no le ha dado una respuesta afirmativa al desesperado mandatario chavista, el cual no goza precisamente de la confianza del Todopoderoso. Mientras tanto, al igual que los ríos de sangre corren por los distintos lugares de una Venezuela desnuda, secuestrada e impotente, cataratas de lágrimas humanas se apoderan de tan bello país. En las numerosas frases célebres del Libertador Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Ponte Palacios y Blanco, mejor conocido por Simón Bolívar, en el Congreso de Angostura del año 1.819 dice así: “nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y el a mandarlo, de donde se originan la usurpación y la tiranía”. Así se caracteriza el Gobierno chavista. Antes, con un loco, pero que desprendía liderazgo como fue Hugo Rafael Chávez Frías. Ahora, con un analfabeto sumergido en una locura paranoica ideológica como es Nicolás Maduro, dictador y títere de Diosdado Cabello y Raúl Castro. Del mismo modo, y ante la gravedad política, social, económica, unidad a la gran inseguridad por la que está atravesando el país caribeño, muchos son los militares de alto rangos que están abandonando Venezuela con destino a Miami. Venezuela está cubanizada, podrida de soldados militares cubanos. La sociedad civil carece de todo; no tiene intimidad, derechos, pero especialmente el derecho a la vida de cualquier ciudadano o extranjero, vale menos que el papel higiénico. La Venezuela rica y bella ha sido despojada por el chavismo. “La libertad es el único objetivo digno del sacrificio de la vida de los hombres” (Simón Bolívar). Venezuela no quiere dictaduras; desea libertad, derechos, respeto, calidad de vida y valores. Ante tal gravedad, los beneficiados son las múltiples bandas mafiosas y asesinas, el Gobierno de Nicolás Maduro y una Justicia que no es capaz de ser objetiva con los ciudadanos más pobre, pero especialmente por los que se manifiestan por la libertad democrática de Venezuela. ¡Ayyyy, Venezuela! Lo que fuiste y lo que eres ahora.