El técnico tinerfeño ha estado en el ojo de las críticas toda la temporada. / SERGIO MÉNDEZ
ÓSCAR HERRERA | Santa Cruz de Tenerife
Álvaro Cervera dejará de ser hoy entrenador del CD Tenerife tras sumar su equipo la undécima derrota en 24 jornadas. El partido de Albacete sonaba a ultimátum para el ecuatoguineano, quien seguía resistiéndose a una destitución cada vez mas cercana. El clamor en torno a la salida del preparador blanquiazul de su cargo era mayoritario aunque no unánime, pero el presidente del CD Tenerife salió al paso el pasado martes para desmentir lo que era un secreto a voces: la frágil posición de un entrenador que cuenta con un ambiente hostil en su contra, aunque en el peso favorable de la balanza hacia su respaldo, seguía contando mucho el apoyo del vestuario, que cada vez se queda con menos argumentos para defender la situación de su timonel. Solo el parapeto presidencial mantenía a Álvaro Cervera al frente de la plantilla del Club Deportivo Tenerife, pero tras una nueva jornada de rumores y sondeos como fue la de ayer domingo se tomó la determinación del cese del entrenador.
Sin crédito
De nuevo el presidente de la entidad blanquiazul se ha visto en la tesitura de hacer el cambio demandado por una parte de los seguidores locales, amparados en la enésima debacle del representativo que sucumbió en Albacete y sigue sin saber lo que es vencer en lo que llevamos de 2015. Concepción no quiere un Heliodoro agresivo en las protestas el próximo fin de semana cuando el nombre de Cervera se anunciara por la megafonía del estadio del estadio y el míster se sentara en el banquillo del estadio capitalino con la mayor parte de la afición de uñas con él y con los dirigentes.
Por eso, aunque parecía que Cervera salvaría un nuevo match ball, el club estaba en un callejón del que no parecía encontrar la salida. Destituir a Cervera una semana después de haberlo respaldado con la firmeza que lo hizo el empresario palmero no es plato de buen gusto de Miguel Concepción, pero tampoco lo es sentarse en el palco el domingo que viene y aguantar una nueva reprimenda de los hinchas blanquiazules, ávidos de ver un resurgir de su equipo con un nuevo entrenador.
La tarde del domingo estuvo llena de comentarios y posibilidades, pero al final se llegó a la conclusión de que lo mejor era la salida de Álvaro Cervera del banquillo tinerfeñista, a pesar de que se sigue pensando que no es culpable máximo de la espiral negativa en la que se ha metido el equipo en esta temporada.
Así las cosas, habrá que esperar a la oficialidad del club en las próximas horas de la desvinculación de Cervera del CD Tenerife, entendiendo la entidad que llegar a un acuerdo económico no será un obstáculo. Mañana martes entrena el equipo en El Mundialito, y falta saber quién dirigirá la sesión de trabajo.
El consejo de administración del CD Tenerife no contempla por ahora la salida de Alfonso Serrano de la secretaría técnica blanquiazul, siendo el profesional vallisoletano el encargado de elaborar una lista de posibles sustitutos para Álvaro Cervera. Entre los nombres que más fuerza han cogido en las últimas horas están los de Alberto Toril y Juan Ramón López Muñiz. El primero de ellos lleva sin entrenar desde que fue destituido del Real Madrid B en noviembre de 2013, aunque ha estado este tiempo viajando y perfeccionando sus métodos en diferentes paises europeos. Por su parte, Muñiz, que ha dirigido a varios equipos de Segunda y Primera División, como Sporting, Rayo, Numancia, Racing de Santander o Málaga, ha estado en su última etapa enrolado en el cuerpo técnico del Dnipro ucraniano, junto a Juande Ramos que es el técnico de este club. Juan Ramón López Muñiz cuenta con la desventaja de que no entrena en solitario a un club desde 2010, cuando salió del Málaga CF. El preparador gijonés ya sonó hace un mes y medio para sentarse en el banquillo del Betis, por si la opción preferente de Pepe Mel no salía adelante. En cualquier caso, el CD Tenerife debe hilar fino con la elección del sustituto de Álvaro Cervera, teniendo en cuenta el escaso margen de maniobra que tiene el equipo blanquiazul con 19 jornadas por delante para recuperar el terreno perdido. Tiempo suficiente a priori para salir de los puestos de peligro, pero que no permite otro error en la elección del entrenador.