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Los vecinos de Añaterve denuncian que nadie desaloja a los okupas

   
La urbanización Añaterve fue construida hace 50 años por el Ministerio de la Vivienda. / S. MÉNDEZ

La urbanización Añaterve fue construida hace 50 años por el Ministerio de la Vivienda. / S. MÉNDEZ

NORBERTO CHIJEB | Güímar

Ya son nueve familias las que ocupan otros tantos salones comerciales en los bajos de la Urbanización Añaterve, en Güímar, sin que en dos años las autoridades competentes hayan procedido al desalojo, tal y como habían prometido.

Así lo denuncia, Ángel Yonathan Díaz, presidente de la recién creada Asociación de Vecinos Añaterve-Achivinico, quien culpa a la Consejería de la Vivienda del Gobierno de Canarias, como propietaria de esos salones, y al Ayuntamiento de Güímar por no mediar en el asunto de la presencia de los okupas en la urbanización, con los problemas de salubridad y de seguridad que producen. “No se trata de que queramos echarles, es que están viviendo en unas condiciones de insalubridad peligrosas para todo el vecindario”.

Además, el presidente vecinal recuerda que en septiembre de 2013 la alcaldesa, Carmen Luisa Castro, prometió que en 15 días habría una solución, y “después de más de 15 meses seguimos igual o peor”.

En la urbanización de Añaterve, un bloque de pisos construido hace 50 años por el Ministerio de la Vivienda, viven desde hace más de dos años nueve familias, casi todas ellas procedentes del municipio y parejas jóvenes, que han sellado los locales con puertas y ventanas de aluminio y que utilizan el agua de los jardines a través de mangueras. Los vecinos de Añaterve, además, alertan de la suciedad que hay en el barrio, con ratas campando a lo largo y ancho de las aceras y alrededores, “sin que nadie del Ayuntamiento se moleste siquiera en limpiar la zona”, comenta Ángel Díaz.

El propio concejal responsable del Área de Servicios Sociales, Juan Delgado, asumió hace unos meses que la situación es preocupante, admitiendo que “al principio eran dos locales los que estaban ocupados y ahora están todos llenos”.

Tanto la alcaldesa como Delgado barajaron en su día el traslado de los okupas a un edificio con alquiler social, pero nada de eso ha ocurrido.