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La victoria más importante

   
El jugador del Realejos superó la enfermedad con fortaleza. / CIPRIANO GARCÍA

El jugador del Realejos superó la enfermedad con fortaleza. / CIPRIANO GARCÍA

PEDRO PÉREZ CAMACHO | Santa Cruz de Tenerife

Hoy, 4 de febrero, se celebra el Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer, una enfermedad maldita para la que aún no se tiene cura. Pero a pesar de estos inconvenientes se puede salir de ella; fortaleza, valentía y muchos otros elementos más son necesarios para poder vencerla.

Un ejemplo de ello es Samuel Rodríguez Bautista, jugador del conjunto de regional preferente de la UD Realejos, donde ocupa la demarcación de delantero y al que ha estado ligado desde que con cuatro años empezó a practicar este deporte, pasando por todas las categorías del club, desde el prebenjamín hasta su actual equipo. Samuel hace cinco años tuvo la mala fortuna de padecerla, cuando era jugador del cadete B. Ahora, pasado este tiempo y una vez superada la enfermedad, ve las cosas desde una perspectiva distinta, convirtiéndose en un claro ejemplo de que se puede salir adelante. Así recuerda los primeros momentos: “Al principio se me vino el mundo encima, más a mi familia que a mí, sobre todo a mi madre, que es la que siempre ha estado ahí”, prosigue. “Como a todo niño de esa edad que le gusta este deporte, lo primordial es el fútbol y echar un FIFA con los amigos. Yo no era diferente y en ese momento pensé que nunca más podría saltar al campo y ser una pieza fundamental en el equipo”.

El fútbol le sirvió de estímulo para seguir luchando y vencer a su gran rival. “Sí me ayudo a salir adelante, porque lo utilizaba como motivación para recuperarme a pesar de que los médicos me decían que era improbable que pudiera competir otra vez”.

Dos años después había conseguido ganarle la batalla a su peor enemigo, el cáncer, un sarcoma de Ewing. Así recuerda las cosas, encontrándole su lado positivo. “Ahora lo veo como algo no tan malo. Me hizo madurar antes de tiempo y también me ayudó a distinguir las cosas importantes de aquellas que no lo son tanto”, y con un secreto para lograr el objetivo: “Siempre mantener la vista firme hacia delante, no plantearse nunca preguntas tales como: ¿Por qué a mí?, pensar que siempre podría ser peor y tener muchas ganas de vivir. Con esfuerzo, perseverancia y muchas, muchas ganas, todo es posible, creo que esas son las claves para superar cualquier enfermedad. Quizás no vuelva a ser el mismo, pero no será por no haberlo intentado”.

Después de lograr esta importante victoria, la mayor de su vida, sigue disfrutando de su gran pasión, el fútbol, primero en el juvenil y ahora en el regional preferente, competición en la que está aterrizando. Para él, este cambio de categoría “es muy grande, sobre todo en cuanto a edad, la veteranía es un punto que debemos de tener en cuenta”.

Tiene palabras de agradecimiento para los componentes del cuerpo técnico del equipo juvenil de la pasada temporada, Rudis Fernández, Sergio Luis y Conchi González. En especial para el que fue su entrenador: “Quiero agradecerle a Rudis Fernández lo que ha hecho por mí, ha sido el mejor entrenador que he tenido y que tendré. Se ha convertido en un amigo y ejemplo a seguir. Confió en mí después de la enfermedad y a pesar de que le fallé en algunas ocasiones, siempre me motivó para seguir adelante. Fue una buena temporada con el título de Copa, aunque con el sabor amargo de no poder lograr jugar por el ascenso a juvenil preferente”.

Volviendo al tema de su enfermedad, Samuel Rodríguez no desaprovecha esta ocasión para mandar un mensaje: “Quiero decirles que no se desanimen, sé que es difícil y si leen esto estarán diciendo que es fácil verlo de fuera. Yo he estado en vuestro lugar y ahora valoro mucho más mi vida y las cosas que son realmente importantes”.