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Web municipales – Por Salvador García

   

El anticipo publicado vaticinaba interesantes contenidos y hasta alternativas de trabajo. Si nos apuran, hasta enseñanzas para tener en cuenta después de las elecciones del próximo mes de mayo. Independientemente de los resultados, donde más se notan los cambios en la política de nuestro tiempo es en el empleo de las redes de ciudadanía y en un concepto de lo público desarrollado y exigido desde el propio funcionamiento de la Administración, lo que otorga a estas investigaciones un alto valor científico que, de llevarse a la práctica, favorecerá un mejor funcionamiento del sistema y resultará todo un antídoto para vicios, oscurantismos y corruptelas.

Se trata de un estudio denominado Mapa InfoParticip@, promovido por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y desarrollado en las islas por investigadores de la Universidad de La Laguna (ULL), coordinados por el profesor Samuel Toledano y que fue presentado en el Cabildo Insular de Tenerife. La investigación consiste en un análisis de la transparencia en los portales digitales de los ochenta y ocho ayuntamientos de la Comunidad Autónoma de Canarias.

Una excesiva politización de los sitios web promovidos por los responsables municipales parece ser uno de los puntos débiles de sus contenidos. A la espera de conocer estos con más detalle, tampoco debería sorprender demasiado. Otra cosa es que ese elevado grado de política tenga un sesgo descarado o reste espacio a otros aspectos informativos que serían de indudable interés. Es un viejo debate que se abrió en algunas redacciones a principios de los ochenta, cuando los dispositivos de comunicación de las instituciones, aún sin contar con los ingentes recursos de hoy en día, casi apabullaron con la información política y fueron relegando a segundos planos las secciones de otra naturaleza.

Hay otra opción: que tamaña abundancia se haga en detrimento, en el mismo sitio web, de elementos que son clave para contrastar la transparencia con que un gobierno local se distingue. Si así fuera, hay alternativas de corrección. Un dato da a entender que el nudo del problema estriba ahí: los ayuntamientos canarios presentan una media de menos de un 30% de cumplimiento de los indicadores establecidos para medir la información que facilitan a los habitantes. Claro que, una vez detectado el problema, cuando se convierte el sitio web en “una herramienta de propaganda para el propio grupo de gobierno”, según consigna el estudio de la UAB, asistiremos a una clara desnaturalización de lo que es una prestación más, y no menos importante, al servicio de los ciudadanos.

Otro factor que en este trabajo de investigación se considera relevante es la muy escasa disponibilidad de cauces claros y prácticos que impulsen la participación ciudadana en asuntos que interesan a los administrados, desde planes generales a aprobación de presupuestos y modificación de ordenanzas de todo tipo. Preocupante que se hable de ello como una carencia de “la práctica totalidad” de las instituciones locales.