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Adiós a la churrería de todos los chicharreros

   
El popular establecimiento de la avenida de San Sebastián cierra tras 60 años de actividad al jubilarse sus propietarios. / SERGIO MÉNDEZ

El popular establecimiento de la avenida de San Sebastián cierra tras 60 años de actividad al jubilarse sus propietarios. / SERGIO MÉNDEZ

RAFAEL LUTZARDO | Santa Cruz de Tenerife

La vida tiene sentido cuando por medio hay un caudal humano de proyectos, ilusiones, sueños, metas, objetivos, retos compromisos y disciplinas. El 12 de marzo de 2015 será sin duda una data que pasará a la historia de los archivos de los recuerdos en las hemerotecas de Santa Cruz de Tenerife. Ese día, esa fecha, serán motivos de muchas lágrimas de personas que fueron fieles clientes y testigos de la historia de 59 años de actividad comercial de la Churrería de la avenida de San Sebastián, en Santa Cruz, inaugurada en el año 1956. Aunque la maquinaria aún sigue siendo artesanal, el transcurso y el peso de los años no pasan en vano para las personas. Más de medio siglo de vida; ilusiones, esfuerzos, sueños, sacrificios y disciplina, quedan atrás. Manuel Florido Berrocal, Roberto Cury Álvarez y Juana Evelia Díaz Bello (Lala), han sido las personas que a lo largo de estos últimos 59 años de actividad laboral han proporcionado a la sociedad santacrucera los excelentes churros en forma de argollas y largos.

Se van porque así lo exige la edad de la vida laboral, pero contentos porque se sienten fieles servidores de una etapa que supo respetarles y valorarles. Roberto Cury, visiblemente emocionado señala que “al principio había una churrería en el desaparecido cine San Sebastián, pero al desaparecer este edificio de ocio, el dueño, don José, que era también titular del Kiosco Numancia, la trasladó al lugar que ahora estamos conversando. Del mismo modo -prosigue Roberto Cury- teniendo esta churrería, montamos otra frente al Bar Cantábrico en el año 1963, pero solo estuvo activa dos años, tras hundirse el piso de La Recova”.

Juana Evelia Díaz Bello, popularmente conocida por Lala, recuerda que “a lo largo de los 26 años que llevo trabajando en la reconocida churrería santacrucera, me voy con mucha pena, pero al mismo tiempo satisfecha porque nos hemos granjeado el respeto y la simpatía de nuestros clientes. Del mismo modo, he sido feliz porque me ha gustado el trabajo y porque me encanta hablar con los clientes/as. También, porque nos jubilamos todos juntos”. Referente al actual dueño, Manuel Florido Berrocal, Lala comentó que “ha sido y es, una gran persona y excelente profesional, dedicando toda su vida a este oficio”.

Atrás quedan las colas humanas, donde muchas personas coincidieron y se enamoraron comiendo churros con chocolate. Navidad, fin de año, Carnavales y restos de muchos años de historia han sido testigos de un producto que solo ellos, los trabajadores artesanales de la churrería de la avenida San Sebastián, lo saben. Roberto Cury Álvarez se va con 58 años de vida laboral. Manuel Florencio Berrocal, toda una vida, ya que comenzó a trabajar con sus padres en La Recova Vieja.

En los ojos de Roberto Cury Álvarez se ven destellos de nostalgia. Este hombre que comenzó a los 13 años el oficio de churrero reconoce que “esta ha sido la churrería del pueblo chicharrero. Por ella han pasado toda clase de personas de diferentes profesiones y oficios: políticos, artistas, periodistas, escritores, dramaturgos, carpinteros, albañiles, fontaneros, etcétera”.

Desde 1956 que se inauguró esta popular churrería isleña, las anécdotas son muchas. Roberto Cury recuerda una de ellas: “De aquí se llevaron churros para Venezuela. También, me gustaba cantar y a los clientes les gustaba oir las canciones que yo cantaba”.

De la misma manera, no hay que olvidar a Manuel Florido Berrocal, toda una leyenda en esta pequeña mediana empresa, dedicándole con amor y cariño el oficio de churrero que el eligió en otra época con su padre.

Así, y durante muchísimos años, la churrería de la avenida San Sebastián sirvió desde horas muy tempranas a una ciudad que poco a poco fue evolucionando, pero sin dejar de pasar y probar los famosos churros de Manuel Florido Berrocal; Roberto Cury Álvarez y Juana Evelia Díaz Bello (Lala). Cincuenta y nueve años de historia son muchos para resumirlos en una sola página, pero lo vivido ya es pasado y lo importante es que sus protagonistas puedan contarlos.

Churrería SM 2.JPG Un símbolo de Santa Cruz. Con el cierre de la churrería de la avenida de San Sebastián, Santa Cruz pierde un símbolo popular. Pero es ley de vida. A Manuel Florido Berrocal, Roberto Cury Álvarez y Juana Evelia Díaz Bello (Lala) les ha llegado la hora de la jubilación tras más de medio siglo endulzando la vida de los santacruceros con sus sabrosos churros. / SERGIO MÉNDEZ