GABRIELA GULESSERIAN | Santa Úrsula
El sendero conocido como barranco de la Cruz, en la urbanización La Quinta Roja, justo enfrente de la piscina municipal, se encuentra en un estado lamentable, lleno de malezas, igual que el jardín por el que transcurre pese a que cuenta con una amplia variedad de flora canaria. El grupo de gobierno (PP-PSOE) de Santa Úrsula lo oferta en su página web como uno de los caminos que hay en el municipio, junto al de La Mancha, el de Barranco Hondo, el de Charco del Negro y el de acceso a la playa de Santa Ana, y añade que “está rodeado de zonas ajardinadas en la mayoría del trazado”. El itinerario, de dificultad baja, que también aparece en otras webs especializadas en senderismo, tiene un trayecto de medio kilómetro un tiempo de realización aproximado de entre 20 y 30 minutos.
La Alternativa Democrática de Santa Úrsula (ADS) ha sido la responsable de advertir del “descuido” en el lugar. El Cabildo de Tenerife y la Universidad de La Laguna colaboraron en su momento a dotarlo de flora endémica canaria, añade. Por eso, sus miembros no entienden como el Gobierno municipal “lo ha abandonado” y justo enfrente ha invertido una importante cantidad de dinero en el jardín social, creado y diseñado en este mandato y en el que se ha hecho un gasto millonario”.
A juicio de ADS, en este último espacio “se ha plantado flora aleatoria sin ningún tipo de razón ni significado”. No obstante, aclara que “no se opone a que se haya acondicionado y dotado de mobiliario para albergar allí un circuito biosaludable”. Por el contrario, esta formación política considera que el Ayuntamiento, más allá del partido político que esté al frente, “tiene que gestionar y cuidar los recursos públicos existentes” en lugar de llegar “y querer hacer su obra”.
Críticas
Esta agrupación, de la que forman parte los exconcejales del PP que discreparon con la alcaldesa, Milagros Pérez, critican también que el fin de semana se organizó una carrera de carrera de Mountain Bike en el municipio y “se prescindió de esa zona”.
ADS considera que el trayecto se puede aprovechar para incluirlo en un programa de visitas turísticas o destinado a los colegios, dado que los alumnos pueden conocer las diferentes especies botánicas que allí se encuentran. “Eso sí, si van que lleven algo para recortar las malas hierbas”, ironiza.