Aridane y Jesús Vázquez, en el duelo entre tinerfeños y onubenses de la primera vuelta en el Heliodoro. | F. P.
ÓSCAR HERRERA | Santa Cruz de Tenerife
Marzo puede ser un mes decisivo para el desarrollo final de la temporada del CD Tenerife. Hasta ahora los blanquiazules vienen de afrontar un duro período del calendario con los partidos que ha disputado ante equipos de la parte alta de la tabla (Valladolid, Las Palmas y Leganés), aprobados con buena nota por parte del cuadro isleño.
Ahora aparecen en el horizonte tres encuentros decisivos en las siguientes jornadas antes de que llegue el mes de abril, que empezará recibiendo en el Heliodoro al Real Zaragoza. El primer oponente directo será un conjunto que ya ganó en la primera vuelta en Tenerife. El cero a uno de la ida le da cierta ventaja a los andaluces a la hora del golaveraje, teniendo en cuenta la importancia que cobrará en el tramo final de Liga el promedio de resultados de los choques entre dos clubes que pelean por objetivos parecidos. El Recreativo de Huelva tiene cinco puntos menos que los insulares ahora (27), y el partido en el Nuevo Colombino este sábado se antoja clave para los de Agné, que quieren vencer y eliminar como rival directo a un equipo al que se dejaría muy tocado en caso de derrotarlo.
El siguiente objetivo será el Osasuna, que visitará la Isla el domingo 22 de marzo. Los navarros son decimoctavos con 30 puntos, y también doblegaron a los tinerfeños en Pamplona en la primera vuelta (3-2), por lo que será otro enfrentamiento muy importante frente a un rival que también está atravesando serios problemas extradeportivos con el escándalo de los presuntos amaños de partidos en los que están envueltos varios exdirigentes pamplonicas y que puede tener graves consecuencias para la entidad navarra.
Para cerrar el mes, el sábado 28 de marzo el CD Tenerife viajará a Cataluña. Allí esperará el Barcelona B. La salida al Miniestadi también es decisiva, y en este caso la ventaja por ahora es para el cuadro chicharrero, que venció en el Rodríguez López en la ida por dos a cero.
El filial azulgrana, que cambió de entrenador hace poco, es penúltimo con 28 puntos y está siendo un conjunto al que le cuesta mucho sumar cuando juega en su feudo. Los jugadores blanquiazules tienen marcado en rojo en el calendario estos tres partidos, sabiendo que pueden empezar abril marcando distancias con la parte baja de la clasificación y afrontando los dos últimos meses de la temporada con más desahogo y estabilidad deportiva.