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Canarias, en peligro de quedarse sin personal para combatir las plagas

   
Los roedores y los insectos que habitan en las alcantarillas pueden ser un problema de salud pública. | DA

Los roedores y los insectos que habitan en las alcantarillas pueden ser un problema de salud pública. | DA

JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife

Consideradas como uno de los principales problemas de salud público que existen en Canarias en la actualidad, las plagas se han convertido en un complejo enemigo para muchas empresas y particulares del Archipiélago. Para combatirlas, las Islas cuentan con más de 2.000 manipuladores de biocidas pertenecientes a 224 entidades especializadas en tratamientos de toda índole.

Este sector, fundamental para la economía insular, corre serio peligro si los profesionales que actualmente poseen los carnés básico y cualificado de biocidas no obtienen antes del 15 de julio de 2016 el certificado de profesionalidad que les acredite para seguir realizando su labor como aplicadores o responsables técnicos de estas empresas de servicios plaguicidas (fundamentalmente desratización, desinsectación y desinfección).

No en vano, el pasado viernes 27 de febrero se publicó en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) una resolución del Servicio Canario de Empleo (SCE) por la que se convoca a participar en el procedimiento de evaluación y acreditación de las competencias profesionales adquiridas a través de la experiencia laboral, como paso previo para la obtención de los certificados de profesionalidad de las cualificaciones de responsable técnico de servicios biocidas y personal aplicador.

En dicha resolución se convocan 75 plazas para la obtención del certificado de profesionalidad correspondiente a la cualificación de gestión de servicios para el control de organismos nocivos, de nivel 3, para el responsable técnico de empresas de servicios biocidas; y 200 plazas para la obtención del certificado correspondiente a la cualificación de nivel 2, para los aplicadores de este tipo de productos.

El plazo de presentación de la documentación finaliza el próximo martes, y, aunque las plazas son limitadas, si la demanda lo requiere se irá llamando a aquellos trabajadores que habiéndose inscrito en tiempo y forma, se hayan quedado fuera de la lista. Por tanto, es “imprescindible inscribirse antes de ese día”, ya que “no habrá futuras convocatorias”, según confirmaron al DIARIO desde la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias.

Al respecto, la jefa de Sanidad Ambiental de dicha dirección general, María Luisa Pita, explicó a este periódico que el Real Decreto 830/2010, de 25 de junio, establece que “los trabajadores que manejan este tipo de productos nocivos y tóxicos deben tener unos conocimientos mínimos, que hasta ahora se acreditaban con cursos de apenas 20 horas para los aplicadores y 60 para los responsables técnicos”. Sin embargo, en la línea que marca la Unión Europea, “la manipulación de biocidas ha ido especializándose cada vez más, lo que conlleva necesariamente que el personal se recicle”.

En las Islas, la responsable de Sanidad Ambiental asegura que las plagas más habituales son las de roedores, insectos, hongos y bacterias como la legionela, que afectan por igual a viviendas, almacenes, establecimientos, etc., y si no se controla pueden convertirse en un “grave problema de salud pública”. Por ello, Sanidad reitera que, sólo hasta el martes, todo aquel profesional que quiera seguir trabajando deberá apuntarse a la convocatoria del SCE, que evaluará la experiencia, la cualificación y la formación de estos manipuladores.

Un arma eficaz
Biocidas. Pueden ser sustancias químicas sintéticas, de origen natural o microorganismos que están destinados a destruir, contrarrestar, neutralizar, impedir la acción o ejercer un control de otro tipo sobre cualquier organismo considerado nocivo para el hombre.
Tipos. Se pueden presentar de tres formas: físicos, como fuentes de radiación de alta energía que prácticamente queman el microorganismo; biológicos, generalmente de tipo proteíco y denominados enzimas; y químicos, inorgánicos o de síntesis orgánica, como el dióxido de cloro, las isotiazolinas o las cloraminas.
Plagas. Son aquellas especies implicadas en la transmisión de enfermedades infecciosas o parasitarias para el hombre y dañan o deterioran el hábitat y los entornos urbanos.
Especies más dañinas. Entre los tipos de plagas pueden encontrarse una amplia gama de animales, como roedores (ratas, ratones, etc.), insectos (sean voladores o no), aves (como las palomas) y microorganismos (bacterias y hongos). Por ello, resulta primordial aplicar ciertas prácticas o métodos que permitan controlar, erradicar e incluso eliminar estos invasores.
Canarias. Las especies más frecuentes y nocivas en el Archipiélago son los roedores, insectos, hongos y bacterias, que como en el caso de la legionela pueden incluso afectar a humanos y provocar la muerte.