El colegio de San Pío X, en Ofra, se perfila como nueva sede del IMAS

La actual sede del IMAS se encuentra en la calle de San Pedro Alcántara, en un edificio privado. / J.G.

NATALIA TORRES | Santa Cruz de Tenerife

El gasto de más de 130.000 euros al año en el alquiler de un edificio en un área tan sensible como es la de Asuntos Sociales “no es lógico ni práctico cuando hay tantas cosas por hacer”. Esa es la opinión de la concejal de esta competencia en Santa Cruz, la socialista Alicia Álvarez, quien estos momentos valora seriamente la posibilidad de trasladar la sede del Instituto Municipal de Atención Social (IMAS), ubicada en un edificio privado, hasta el barrio de Ofra, concretamente al antiguo colegio de San Pío X, cuya última planta ya está siendo reformada en la actualidad para acoger la Unidad de Trabajo Social (UTS) de ese barrio.

“Estamos esperando a que nos llegue el coste total de la remodelación del edificio para tomar la decisión”, adelantó Álvarez, quien afirmó que es su voluntad dejar solucionado el tema del alquiler del IMAS antes de que acabe el mandato. El pago de este arrendamiento es el último que le queda al Ayuntamiento de Santa Cruz por suprimir, ya que, a lo largo del mandato, ha logrado reducir el pago de alquileres trasladando distintas sedes municipales a locales de propiedad municipal y reduciendo la cuota en aquellos casos en los que no era posible el cambio, como el propio IMAS, cuyo alquiler se rebajó a la mitad (en 2011 se pagaban 300.000 euros al año). En el caso de la sede central del Instituto Municipal, su traslado a Ofra es una posibilidad que venía siendo barajada por el Ayuntamiento desde hace meses, dada la disponibilidad de este edificio que pertenece al patrimonio municipal, pero hasta el momento el coste de la obra que se debe acometer había frenado la idea del traslado. Ahora parece que el empeño personal de la concejal, que insiste en que quiere dejar solucionado el coste de este alquiler antes de que acabe el mandato, da un nuevo paso en esa dirección.

Inversión
El principal problema de esta sede alternativa está en que para adecuar el edificio en su totalidad necesitaría de una inversión cercana a los 300.000 euros. Al menos esta es la cifra que se barajaba por el Ayuntamiento en octubre pasado, cuando se tuvo que adelantar el acondicionamiento del antiguo colegio para acoger a la UTS de Ofra.

El proyecto que se barajó entonces y que ahora se presupuesta de manera más exacta consistía en llevar a cabo la remodelación integral del edificio para que pudiera acoger no solo a la UTS, sino también al IMAS. Las obras que ahora se están desarrollando se comenzaron gracias a que se adelantó una partida de 100.000 euros para acondicionar la parte en la que se ubicará la atención social, la parte de arriba del colegio.