Cumbres de Abona embotelló el año pasado 12.000 litros de aceite

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El cultivo de olivares se ha incrementado en el municipio. / J. L.C.

JOSÉ L. CONDE | Arico

El presidente de la cooperativa Cumbres de Abona, Manuel Marrero, se muestra satisfecho con los resultados que ha obtenido de la producción de aceite de oliva virgen extra, ya que este año se han recogido 63.000 kilos de aceitunas, procedentes de diferentes puntos de la Isla, pero mayoritariamente de esta comarca sureña. También han recibido cultivos procedentes de las islas de El Hierro y La Palma. Marrero recuerda los inicios de este proyecto, concretamente el último día del año 2005, y cómo ha ido evolucionando hasta recoger ahora la cantidad de 63.000 kilos de aceitunas. De esta cifra solamente se embotella el 20%, que viene a suponer unos 12.000 litros de aceite de gran calidad, afirma a este periódico.

El 90% de las olivas son de la variedad arbequina, mientras que el resto se reparte entre picual, verdial y arbozana, esta última procedente de la isla de Gran Canaria.

El presidente afirma que todavía están empezando este proyecto, pero que se han realizado importantes inversiones como, por ejemplo, que cuentan con dos almazaras, una de ellas precisamente la mayor de Tenerife, que permite exprimir 640 kilos de aceituna en una hora.

Afirma que este cultivo presenta muy buenas perspectivas y que de hecho en la Península se están incrementado las plantaciones de este producto sobre todo en cultivo intensivo.

Hay que destacar también la rentabilidad de elaborar aceite, ya se que necesita escasa agua, poca mano de obra, que se concentra mayormente en la recolección, para lo cual ya hay una maquinaria preparada que se podría utilizar en la Isla.

Además es un cultivo que está de moda y en estos momentos se están sembrando también en las islas de la provincia de Las Palmas. “Antes eran aceitunas para aliñar y hoy en día se está elaborando aceite”, afirma Manuel Marrero.

Dice que este cultivo ha existido desde siempre en Canarias y que está comprobado que el barrio de Los Olivos, en Adeje, recibe este nombre precisamente por las plantaciones que había desde el año 1700, aunque hoy está desaparecido.

Destaca de las propiedades del aceite de oliva extra virgen que es medicinal y que los consumidores deben aprender a distinguirlos de otros que llevan mezclas procedentes de refino.

De momento no están acogidos a ninguna denominación de origen, pero están trabajando para conseguirlo. “Queremos que la administración haga el censo del olivar, los paneles de cata, laboratorios para verificar la calidad y que se pueden levantar viveros en Canarias, que no está regulado”, señala.