X
la crónica de la semana >

Debate crónico

   
Jerónimo Saavedra, mediador entre Patricia Hernández y Gustavo Matos en el debate de política general. / FRAN PALLERO El Parlamento de Canarias, transformado en un museo de cera, con Paulino Rivero de figura. / F.P. Australia Navarro comunica. / SERGIO MÉNDEZ El senador José Vicente González Bethencourt. / DA
<
>
Jerónimo Saavedra, mediador entre Patricia Hernández y Gustavo Matos en el debate de política general. / FRAN PALLERO

DOMINGO NEGRÍN MORENO | Santa Cruz de Tenerife

Ir por el buen camino no garantiza una salida exitosa si el sendero que se ha escogido gira en círculos hasta regresar al punto de partida. Si los debates sobre la situación general de Canarias se hicieran en un parque, las ardillas se esconderían en las madrigueras de los conejos. Estarían vacías, porque los parlamentarios sacan de las chisteras discursos con orejas largas al estilo de Alicia en el país de las maravillas. Son fantásticas las gestiones y también las críticas a ellas.

En el balance de la octava legislatura, sus señorías se balancearon sobre sábanas de las que se amarran para salir pitando. El presidente abrió fuego y, como no está permitido fumar bajo techo, subieron a la azotea. Después de horas de cháchara, Paulino Rivero levantó el dedo índice de la mano derecha para exclamar: “¡Jamás me arrodillaré!”. Lo extraño -o no- fue que era en la réplica al portavoz del grupo nacionalista, José Miguel Barragán. El candidato de Coalición Canaria para los comicios del 24 de mayo había presenciado la sesión matutina desde la tribuna de invitados. Fernando Clavijo estaba como escondido, en segunda fila. Hubo un instante en el que el eje de la Tierra se detuvo, el Sol se asombró y la Luna menguó. “Este ha sido un Gobierno de principios, honesto, transparente y sin causas judiciales”. Los escuchantes descubrieron un sarcasmo en esa sentencia. A Clavijo le preguntaron en los pasillos. El alcalde de La Laguna tampoco renunció al recurso de la ironía y se reivindicó como un político “limpio”, que se ducha todos los días. No tendió los trapos sucios. “Estamos en un fin de ciclo”, aireó.

El jefe del Ejecutivo depuró culpas en una cubeta de teflón a doble cara. Asumió la “incoherencia” de no aprovechar los recursos naturales para potenciar las energías ecológicas, pero no cedió un piche en su alegato a todo gas contra el petróleo.

Esto es de locos. Se busca a alguien sin complejos
para dirigir el manicomio

Para diferenciar el ahorro de la tacañería, Paulino Rivero levantó el colchón y repartió 31,6 millones de euros en gasto social, empleo e inversiones. En el mercado de las promesas electorales, Australia Navarro subastó 100.000 empleos en cuatro años. La flamante aspirante del PP echó canela fina en la taza del paro. El bipartito lo ingirió como chocolate espeso, con generosas raciones de churros y porras.

En nombre de Nueva Canarias, Román Rodríguez provocó un accidente de tráfico con su volantazo a la austeridad. Menos mal que los golpes son divertidos en la pista de los coches de choque.    El expresidente persiguió a los que no pagan y alertó de un desastre en los servicios públicos si el motor del cambio no arranca.

El mensaje de las miradas furtivas retrata el pensamiento del alma. Habría que ver el semblante del histórico socialista Jerónimo Saavedra, hoy diputado del Común, para comprender la utilidad del lazarillo. Ahí estaba el hombre con gesto de circunstancias entre Patricia Hernández y Gustavo Matos. Cuando ella y él acercaban las cabezas para compartir confidencias, aquel se arqueaba. En su significado literal y, presumiblemente, figurado. Patricia y Gustavo andan enfrascado en una discusión por el dos de Tenerife. La candidata promociona a Manuel Fumero, alcalde de Vilaflor y secretario insular del PSOE, en contra de los deseos de su rival en las primarias. Matos ha salido reforzado de las asambleas y Hernández intentará agarrarse para no caer en la autocomplacencia. La federal le ha lanzado un cabo.

La disputa está muy reñida entre Lola Padrón, Gloria Gutiérrez y Mari Carmen Rodríguez Fraga por el tercer puesto.

Este sábado se cumplieron once años del explosivo triunfo de Zapatero. Entonces, Patricia Hernández obtuvo el acta de senadora. Su compañero José Vicente González la superó por 3.888 votos. Bethencourt se ha hecho fuerte en la plaza y acumula méritos para repetir.

En fin, la situación es de locos. Se busca a alguien sin complejos para dirigir el manicomio.