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Embarcados en las urnas – Por Ramiro Cuende Tascón

   

Embarcados en una tormenta de dimes y diretes; mayores, tormentines, rizos, rumbos, cartas, timones y otros. No porque España, Canarias, Tenerife, y la isla de San Borondón hayan caído en manos de unos locos sin carnet que judicializan la política y la vida, que politizan, o lo intentan, la justicia, que quieren impartir lecciones de moral destruyendo por donde pasan sus caballos para que no crezca una sola brizna de hierba más, con la sola finalidad de hacerse una vez más, primero con el poder y luego con la pasta. No porque algunos funcionarios -pocos- hayan hecho y hagan de políticos a su libre albedrío porque los que tienen que hacer política ni saben ni quieren saber -pocos-, eso sí, dan codazos para coger la posición mejor que el legendario Dino Meneghin. El problema es que esos -pocos- políticos y funcionarios, no hacen sino ruido, lo peor es que no dejan hacer nada.

Este país se transforma y se abre al mundo con nuevas órdenes políticas, y formas de hacer política. Algunos han vivido y quieren imponer un nuevo mundo libertario, falso asambleario y populista a lo Aguirre ¿Qué quieren oír? Pues dos tazas, y, luego hago lo que me de la real gana sin encomendarme ni a dios ni al diablo y punto. Democracia cheli y castiza a la española de toda la vida.

El experimento comienza el próximo domingo en Andalucía, mientras tanto, el resto; fans y hooligans de la política española van al baúl de siempre, cogen el mapa de posiciones y los venenos, y, a darle gusto a sus serranos cuerpos. Por Andalucía se pasean todos los de Madrid, muchos debían quedarse en casa.

El primero en desenfundar siempre es Turpin Campos, se mete en todas. No hace mucho lo escuché hablar de los de Podemos, parecía su delegado en la isla, puso a parir a Sabaté.

Pocos días después llevado de la mano de César en su radio, mis respetos, se dio gusto con Ríos con su pertinaz ira de godo. Pocos periódicos después me encontré con Coll, la secretaria insular del Consejo Ciudadano de Podemos tinerfeño, dejó claro que los que pueden no quieren a Ríos, el pensador independentista de Paulino y su segundo José Miguel, no irá a las primarias del partido en que pudo afiliarse en grado de casto golfo.

En la radio de César, oí a un gran amigo de Ríos, lo único que no comparte con él es su radical independentismo. Va a pesoear solo, es decir hacer lo que le venga en gana como siempre, poner y quitar medallas a su gusto, Y, eso que aquí no ha empezado.

¡Bien les gusta estar! Respetuosamente, lean.