TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife
Foto: FRAN PALLERO
Guillermo García durante la entrevista. | FRAN PALLERO
Nadie ha dirigido una televisión en Canarias que se haya visto tanto, pero desde el primer momento ha estado en el ojo del huracán. Entre 2008 y 2010 la Canaria superó una media de 30.000 espectadores diarios a lo largo del año, pero le achacaban no poseer título universitario. Contrató con las cuatro productoras de siempre, pero le acusan de favoritismo. Ahora Guillermo García (Santa Cruz de Tenerife, 1969) se va, pero no aprovecha para la revancha.
-¿Es un alivio o se le quedan muchos proyectos sin realizar?
“Siempre quedan cosas por hacer, pero es verdad que han sido siete años muy intensos que he disfrutado muchísimo. He invertido ese tiempo en trabajar, en hacer equipo, en sacar adelante proyectos… En resumen, en conseguir una Radiotelevisión Canaria que se parece mucho a la que soñé”.
-¿Cómo era ese sueño?
“Muy parecido a lo que es hoy. Un medio líder, de referencia, seguido masivamente por la población canaria, respetado y querido”.
-Se va con la tele autonómica más vista de la historia, pero ¿la apuesta por la audiencia es compatible con su función como servicio público?
“Absolutamente compatible. Lo que no se puede hacer es servicio público al margen del público. En el equilibrio está el éxito. Hay que combinar programas de mucha audiencia con otros que, sin tener tanto seguimiento, son necesarios en un medio público”.
-Esa apuesta por la audiencia le ha llevado a la firma de contratos tan discutidos como el del fútbol profesional. ¿Es asumible para un medio de las características de RTVC?
“El del fútbol es el contrato más rentable de la historia de la Televisión Canaria”.
-¿En qué sentido?
“Nos ha permitido durante dos temporadas dar 30 partidos del CD Tenerife y de la UD Las Palmas con unos índices de audiencia extraordinarios. Y si uno quiere una televisión que compita, que sea referente, requiere de algún recurso que inevitablemente pasa por el entretenimiento. Sea el deporte, las películas o los informativos. Cuando ya tienes esa estructura, cuando el medio está posicionado, entonces es cuando se puede ofrecer otros contenidos más relacionados con el servicio público”.
-Otra de sus apuestas más discutidas es la estructura de los programas informativos…
“Se ha hecho una apuesta decidida por los informativos. Además, se dice que cuando pasa algo la gente ve la Canaria, y lo cierto es que los informativos de la televisión canarios son los más vistos de las Islas siempre. Y cuando ocurre algo extraordinario, lo son aún más. Y es un liderazgo sólido”.
-Un rasgo más de su etapa son los grandes despliegues en las fiestas populares. ¿Cumple realmente ese papel de unir más a los canarios a través de sus tradiciones?
“Es verdad que ha sido una de nuestras apuestas. En las grandes citas -y también en otras no tan grandes- había que estar, y sí, cumple con la misión de hacer más Canarias. La cultura, en este caso la tradicional, es un vehículo ideal para que los isleños se conozcan mejor, cada uno con lo suyo”.
-Decía José Manuel Pitti que cuando hacía programas regionales desde una televisión pública en Tenerife lo llamaban canarión y en Gran Canaria chicharrero. ¿Lo ha vivido?
“En esta etapa de gobierno Canarias ha registrado los índices más bajos de pleito insular. Es verdad que, como contaba Pitti, siempre se queja alguno, sobre todo con los informativos. Yo respondo: cuando veo la tele no veo noticias de Tenerife, de El Hierro, de La Graciosa o de Gran Canaria, lo que veo son las noticias de Canarias”.
-¿Dividiría su gestión en dos etapas, antes y después de los recortes que le hicieron suprimir un canal?
“Hubo un momento crítico en el que la ciudadanía exigía gestos ante lo que estaba pasando. Y efectivamente la clave fue, ante la necesidad de ajustar el presupuesto, considerar los costes del segundo canal. Con el tiempo se ve que fue un gran acierto y que eso nos permitió llegar a hoy bien”
-Y nació, curiosamente, la televisión más canaria de su etapa…
“Claro. Se buscó acomodo para todos esos programas y la programación de hoy es muy interesante y muy canaria. Al final la industria audiovisual canaria lo valoró porque no perdieron esa ventana que necesitaban y necesitan para vender sus productos. Gracias a esa decisión hoy contamos con dos programas de agricultura, otro de motor, uno más de moda… Todo hecho por gente de aquí”.
-RTVC es clave para el sector audiovisual de Canarias. ¿Cómo lo ve en la actualidad?
“Se ha mantenido. El haber logrado mantenerse, a pesar de los recortes que supusieron la pérdida de casi la mitad del presupuesto de RTVC, es ya un éxito. Es más, incluso ahora son más competitivas algunas productoras. La crisis se ha notado, pero menos de lo que hubiera sido previsible. Pero esto no tiene que ver con la gestión sino con el dinero: Hacer televisión cuesta dinero, y hacer buena televisión cuesta mucho dinero”.
-A usted le han acusado de favoritismo en las contrataciones…
“Hemos contratado fundamentalmente con las mismas cuatro productoras que llevan suministrando a la Televisión Canaria desde hace 15 años”.
-Desde su inicio entonces…
“Claro. Doble Diez, en Gran Canaria, ha sido la referencia en programas de entretenimiento. Está también nuestro principal compañero de viaje, que es Videoreport Canarias, que ganó en concurso público el contrato de informativos pero también hace otras cosas para RTVC. Y las otras dos son Mediareport y Plató del Atlántico. Son cuatro que siempre han estado, y alrededor de estas cuatro empresas hay otras muchas más pequeñas que conforman ese tejido empresarial. Antes de la crisis había más empleo y oportunidades, pero lo sucedido ha tenido consecuencias en todos los sectores, no sólo en el audiovisual”.
-Resulta obvio que se encuentra cómodo hablando de televisión, pero no se le ha visto tan cómodo en el Parlamento con ocasión de las sesiones de control. ¿Ha sido lo peor de esos siete años en el cargo?
(Asoma una expresión de sorpresa en el rostro) “No, no, no. Respeto profundamente a la institución parlamentaria. Desde su presidente al último de los diputados. En las comparecencias parlamentarias no sólo explico una gestión sino que la estoy defendiendo, porque estoy defendiendo a los profesionales también. Cuando veo que, después de intervenir, no se rebaten tus argumentos, no se te escucha sino que se va a colocar titulares en prensa sin que se contrasten con datos, pues entonces es normal que se produzcan rifirrafes y desencuentros, e incluso algún momento de tensión. Pero considero que es parte del juego político y es normal. Estoy convencido de que todos buscan lo mejor para la televisión y cada uno defiende su postura. Y yo defiendo, enérgicamente además, la buena gestión realizada y a los excelentes profesionales con los que cuenta la televisión y la radio pública canaria”.
-Televisión y política…
“La Televisión Canaria es el poder, y el poder lleva en su ADN la crítica, a veces despiadada. Es sencillo: o lo entiendes y eres buen encajador o te dedicas a otra cosa”.
-¿Percibe que esas críticas en realidad perseguían socavar a los que confiaron en usted?
“¡Siempre existió! Cuando el PSOE estaba en la oposición criticaba, y ahora que está en el gobierno critica el PP… La crítica no molesta, aunque debe ser argumentada. Es la realidad. A la gente no se le puede confundir con algo virtual. hay que ser realista”.
-¿Entiende que ha tenido éxito en explicar esa realidad de RTVC?
“Sobre eso hicimos algo que entiendo que funcionó. Optamos por organizar visitas de colectivos y colegios a nuestras instalaciones y siempre nos explicaban que se habían sorprendido mucho, que no lo imaginaban así. ¡Ojalá pudieran venir todos los canarios!”.
-Para la leña que ha recibido no le percibo vengativo en el adiós…
“Se lo digo de verdad: creo firmemente que todos han buscado lo que consideraban mejor para la Radio y la Televisión Canaria”
- ¿También Águeda Montelongo?
“Claro. Hace su papel. Tiene que fiscalizar la gestión en RTVC. Es verdad que a veces los acontecimientos son un poco perversos y que sea una persona que se encuentra en la situación en la que está Montelongo quien cuestione la gestión de otro medio es un poco extraño”.
-Ha sido denunciado por IUC y un sindicato de periodistas, UPCC, ante la Fiscalía. ¿Cómo está el proceso?
“No tenemos noticias al respecto. Todas las acciones judiciales emprendidas contra nuestra gestión se han solventado con normalidad. Y del informe de la Audiencia, recordarle que el Tribunal de Cuentas demostró que no se habían cometido irregularidades, pero todavía hay gente que se atreve a cuestionar ese asunto”.
-Su puesto desgasta mucho. ¿Ha mirado su foto de hace siete años?
“Sí. Tenía una cana y ahora tengo todo el pelo blanco. Hay desgaste físico y emocional muy grande. Lo mejor es cuidarse”.
-¿Tomó medidas?
“Desconecté. Desde el minuto uno. Llegué con 22 años de experiencia en un medio líder como Radio Club y allí también había presión”.
-No le recibieron muy bien, la verdad…
“Seguramente habría sido mejor ese recibimiento si hubiera venido un señor de Cáceres, pero en fin… Resultó ser un tinerfeño del barrio de Duggi. Insisto: desconecté para que no me afectara demasiado…”.
-Profesional de éxito 22 años en medio líder y le echaban en cara no tener título universitario… ¿Le sorprendió ese clasismo académico?
“No. Poco me sorprende ya. Todos sabemos qué realidad había en mi generación. Tenía mi experiencia profesional: es mi bagaje”.
-¿Ha dudado en estos siete años?
“(Medita) Al año o incluso menos la presión era muy grande. Pedí cita al presidente Rivero y le comuniqué en su despacho que estaba convencido de que lo íbamos a hacer muy bien, pero no quería ser un problema para él. Han pasado ya casi siete años”.
-¿Final feliz entonces?
“Lo he pasado mal, he sufrido muchísimo, pero ha valido la pena”.
-¿Y ahora?
“A Radio Club de nuevo. Estoy en excedencia por desempeño de cargo público”.