El HUC aprueba con nota el examen contra el fuego
J. L. C. | Santa Cruz de Tenerife
Pacientes asustados. Enfermeros corriendo de un lado para otro. Bomberos y miembros del Servicio de Seguridad desplegándose por los pasillos. Aunque perfectamente pudiera tratarse de una situación real, lo cierto es que las escenas de pánico que se vivieron ayer en la octava planta del Hospital Universitario de Canarias (HUC) solo formaban parte del simulacro preparado por la Dirección del centro y el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 1-1-2 del Gobierno autonómico, que periódicamente llevan a cabo ejercicios de este tipo para entrenar a sus profesionales ante situaciones reales.
El centro hospitalario pasó con nota la prueba, aunque los responsables del simulacro reconocieron que siempre hay aspectos que mejorar. Hacia las 10.00 de la mañana saltaban las alarmas. Alguien avisaba de que había fuego en el office de la octava planta par, donde se encuentran ingresados los pacientes de Urología y Cirugía Maxilofacial. En total, una treintena de enfermos y el personal de la misma (médicos, enfermeros y auxiliares), además de algunos familiares. El principal objetivo de la prueba era, precisamente, poner a salvo a todos los afectados, con la dificultad que ello supone, ya que en la mayor parte de los casos se trataba de personas que no podían ponerse en pie.
Coordinados por el propio Servicio de Seguridad del hospital, el ejercicio consistía básicamente en poner en práctica el Plan de Autoprotección del centro, sobre el que se trabaja de forma periódica en su actualización. Dicho plan evalúa de forma práctica “la respuesta interna ante la necesidad de evacuación de una planta de hospitalización un fin de semana, cuando el número de trabajadores y medios para colaborar en este tipo de situaciones son menores”, explicaron desde la Gerencia del HUC. Para ello, se activaron todos los protocolos internos establecidos para la protección, evacuación y trazabilidad de los pacientes trasladados, así como la posterior activación de las ayudas externas de seguridad y protección civil.
La iniciativa contó además con la participación de los Bomberos del Consorcio insular y de voluntarios de Protección Civil de La Laguna, todo ello bajo la coordinación del Cecoes.
Fue la tercera experiencia llevada a cabo por el complejo hospitalario tinerfeño tras dos ejercicios prácticos de emergencia y evacuación realizados en los últimos cuatro años. El primero de ellos tuvo lugar en noviembre de 2011 en el edificio administrativo del Pabellón de Gobierno, donde también está ubicada la Guardería del hospital, mientras que el segundo se hizo también en una planta de hospitalización con evacuación de pacientes.
Precisamente, este último -en diciembre de 2012- dejó al descubierto algunas carencias de seguridad tras la rotura de una tubería de la columna seca del complejo, una tubería que paradójicamente sólo pueden poner en marcha los bomberos. En medio de aquel ejercicio, y ante la sorpresa del personal, se formó una pequeña inundación en la zona de despachos contiguos a los laboratorios, que tuvieron que ser desalojados durante varias horas.
En esta ocasión, sin embargo, el HUC y los trabajadores no tuvieron sobresaltos, por lo que se puedo culminar con éxito la parte práctica de la formación anual que se imparte al personal. Este debe saber cómo actuar ante posibles situaciones de emergencia, y ejercicios como el de ayer permiten vivir en primera línea las diferentes estrategias que han de adoptarse bajo condiciones complejas. Para ello se imparten mensualmente una serie de cursos previos, donde se aprende a identificar los factores de iniciación y propagación de los incendios, así como las características generales del desarrollo de estos.
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