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Lo importante es la persona – Por Alfonso J. López Torres*

   

Estos tiempos exigen caras nuevas y las formaciones están renovando a sus líderes. Sin embargo, hablan de proyecto y no de líderes. Es algo que no comparto. Un proyecto político triunfa o fracasa en gran medida por el líder que esté al frente apostando por ese proyecto. Es imprescindible asociar las ideas o un programa electoral a una cara. Una cara que además tenga credibilidad, responsabilidad y fuerza. El liderazgo va a ser la base que fundamente a las fuerzas políticas. Se piden auténticos líderes que además tengan un proyecto en absoluta sintonía con la calle, con las demandas y necesidades actuales. Es por esto que el lema de mi formación política, el CCN, para estas próximas elecciones es Lo importante es la persona. Es imposible pretender apostar por un proyecto sin un líder al frente que sea reconocido porque sus objetivos coincidan con las demandas sociales. Lo que empieza a ser imprescindible es que haya una nueva forma de hacer política que exija una regeneración muy profunda a todos los niveles externos e internos de los partidos políticos. Igual de imprescindible que es reactivar el liderazgo. Recientemente, el presidente del fondo estadounidense Blackrock, Laurence Fink, llegó a cuestionar la madurez de la población europea para elegir a los dirigentes políticos adecuados que, a su juicio, son los que osan aplicar reformas estructurales. Estas declaraciones las hacía en el debate sobre las perspectivas económicas para 2015 con el vicesecretario general del Fondo Monetario Internacional, Min Zhu, quien a su vez explicaba que hay que avanzar en las reformas estructurales en Europa, pero es difícil por los procesos electorales. Los grandes retos necesitan grandes líderes políticos, decía. Este ejemplo que nos puede parecer lejano es fácilmente extrapolable a un contexto como el nuestro. A regiones, ciudades e incluso municipios. De lo que se trata es de la importancia de identificar a los nuevos líderes que tienen la responsabilidad de dirigir las expectativas y las demandas que les plantea una nueva sociedad activa y totalmente involucrada en la participación política. Así, lo que estas elecciones demandan, con la dificultad añadida de contar la pluralidad democrática que se establece con un sinfín de organizaciones, es contar con un liderazgo claro y consistente que sea capaz de llevar adelante el programa de reformas que la población pide con la capacidad de lograr consensos, como de tener una voz firme. El nuevo liderazgo nada tiene que ver con el del pasado, un liderazgo autoritario y excluyente. Los nuevos líderes son ante todo personas con las cualidades necesarias para empatizar con la población para dirigir, pero sobre todo para estar al servicio de la sociedad. Será la misma ciudadanía la que asumirá una parte de ese liderazgo. El liderazgo político no se limita a una gestión política exitosa. Conlleva instaurar una nueva agenda y obtener la aceptación del cambio político. No se trata de movilizar el apoyo de los votantes sino también de la motivación de aquellos que están envueltos en la aplicación de la política. Warren Bennis lo ha expresado así: “Los líderes proporcionan un sentido del fin para ayudar a crear metas y objetivos. Las personas desean que los líderes les proporcionen un contexto”.
*Secretario Federal CCN
Candidato a la Alcaldía de La Laguna
@AlfonsoJLT