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Pasión y poco espectáculo – Por Javier Rabanal

   

Solo siendo canario y de uno de los dos representantes más grandes de este Archipiélago se puede valorar el partido de ayer como una experiencia emocionante. Realmente lo es desde el momento en el que aparecen en las redes sociales las arengas de los aficionados a sus respectivos ídolos de cara al derbi regional.

Al ver el aspecto del estadio (cualquiera de los dos), al buen aficionado se le pone la piel de gallina y con los primeros metros recorridos por el balón el sentimiento se convierte en nerviosismo.

Si analizamos el partido en profundidad y con la bufanda colgada en el perchero, la verdad es que la primera parte no tuvo demasiado espectáculo. Las Palmas salió fuerte y el Tenerife buscó estirarse a la espalda de la ralentizada zaga amarilla. Pocas salidas al contraataque y demasiados balones en los pies de una de las sorpresas de la alineación: Aridane.

Con Suso y Cristo Martín desabastecidos de balón y Maxi corriendo al espacio al que nunca llegaba el esférico, el Tenerife tuvo que achicar agua en el tramo final del primer periodo. Al aficionado chicharrero siempre le queda el recurso de ver las cuatro subnormaladas por partido de Nauzet Alemán (gran golpeo, mejor persona) para poder caldear un poco el ambiente en casa y ser llamado a capítulo por la parienta: “Pareces un niño chico”.

La segunda parte no permite dormirse y en cinco minutos se resume todo el encuentro: dos asistencias de Momo y empate a uno. Como suena.

Maxi no dejó sentarse al respetable y puso por delante a la visita (así se dice en su tierra) ante la atenta mirada de un desconsolado Jonathan Viera, captado espectacularmente por las cámaras de Canal Plus. Alegría, alborozo, una falta mal defendida y vuelta a empezar. Poca historia tuvo el partido antes de los goles y poca, o menos, tuvo después. Empate que deja contento a un Tenerife en pleno crecimiento y en un mar de dudas a una Unión Deportiva que en su estadio, Lugo y Alcorcón ha perdido la confianza (que no el liderato).

Se rumorea que estaba por los túneles el promotor del combate entre Pacquiao y Mayweather, o eso debió pensar la seguridad del Estadio de Gran Canaria, porque en el túnel parece ser que hubo algo más que palabras. ¿Alguien sabe a quién pertenece la seguridad de estos recintos? ¿Seguiremos contando con los mismos en el Heliodoro Rodríguez López? No sé. Habrá que pensárselo, porque favores no creo que le debamos a nadie.