1. Patricia ha dicho que no quiere a Lola Padrón en el número tres de su lista, “porque quien traiciona una vez traiciona dos y traiciona tres”. Patricia, a pesar de que Lola vino a ella dejando a su jefe, José Miguel Pérez, no se fía de nadie. Y la ha mandado al puesto quinto. Y ha metido en el tres a Teresa Cruz Oval, tan alternativa como ella. Y muy guapa. Ahora la cosa queda con Patricia la uno; Matos el dos; Teresa la tercera; Manuel Fumero el cuarto; y la pobre Lola, la quinta. En el Puerto de la Cruz unos han hecho una fiesta y otros han llorado por Lola Padrón, querida y odiada por unos y por otros. Las cosas en el PSOE canario, ya lo saben los desocupados lectores, están que arden. Pero que arden. Lola quería otros cuatro años de Parlamento por eso de la jubilación, el coche oficial -si se tercia- y los 6.000 euracos al mes. A nadie le amarga un dulce. Por cierto, si el PSOE saca tres diputados en Tenerife es un milagro. Ni Fumero ni Lola saldrán; Teresa, quizá.
2. Me vuelvo viejo y aguanto poco ya. Estoy como un gato encerrado, con las uñas afiladas. Tengo que llamar a Olga María Henao porque esta mujer tiene una entrevista. ¿No sabe el desocupado lector quién es Olga María Henao? Es fácil, averígüenlo ustedes. Pero tiene una entrevista. Si yo hubiera sido jefe de Telecinco no lo habría dudado: el quinto puesto en Hable con ellas tenía que haber sido para Olga. Me han dicho que es lista como una tea y que ha sido injustamente tratada por el PP. Y quiero saber hasta qué punto.
3. Confieso que de tanto escribir se me va la inspiración costumbrista. La política es un asco, pero tiene algo que te arrastra. He dicho una y mil veces que detesto hablar de política, pero ¿cómo callar sin defraudar a mis informadores? Lo de Herrerita en Fuerteventura ha sido clamoroso: trescientos tíos y tías pidiéndole que se vaya y él, erre que erre, a meter a su niño en el Cabildo majorero. Patético.
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