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La sinceridad de Albizua – Por Javier Rabanal

   

Empataron Recreativo y Tenerife en un partido en el que los nuestros volvieron a adelantarse para acabar cediendo dos puntos a un rival que nunca se mostró superior. En Miranda de Ebro, un gol en fuera de juego. En Gran Canaria, una falta mal defendida a los pocos minutos de hacer el gol. En Huelva, un error individual. Seis puntos perdidos para un equipo al que le ha cambiado la cara con el nuevo entrenador.

Este último empate se cimentó en tres jugadas fundamentales. La primera es la vuelta de Ifrán al apartado goleador después de muchas semanas. La segunda es el error de Albizua en la salida del balón. La tercera y última, el fallo de Suso en el mano a mano con el meta. Vuelve Ifrán y todos nos imaginamos ahora a un conjunto con un nueve de referencia y un jugador de movilidad a su lado. El citado delantero y Maxi deben dar un paso adelante y posicionarse como los encargados de finalizar las buenas intenciones del representativo en las zonas de iniciación y creación. Ojalá así sea. El central vasco fue honrado y sincero. Su excusa no se basa en echar la culpa a otros o a factores externos: “Pensé que tenía más tiempo”. Vamos, que se confió y quiso hacer algo impropio de un central de su estirpe. Es grande y fuerte, pero tiene cara de bueno. No me lo imagino corriendo detrás de Maradona por un campo embarrado para darle una patada a la altura del pecho. Es un central vasco, sí, pero moderno. Esperemos que no repita lo de irse al suelo porque la anterior vez fue ante Araújo y para cuando se levantó (al igual que en el Nuevo Colombino), ya estaban las luces del campo apagadas.

Suso no está, o por lo menos no se le ve. En casa discreto y en Las Palmas buscando a Chuck Norris para hacer la enésima entrega de Desaparecido en Combate. Un centro desde la banda y el mano a mano sirvió para que en las radios dijeran que ya había hecho más que Guarrotxena, pero es que eso a día de hoy tampoco es para subirle mucho la nota. Ojalá se entone porque el capitán siempre hace falta.

En otro orden de cosas, leía hoy a Óscar Herrera y se me venía a la cabeza que yo estos días estaba pensando lo mismo. ¿Quién va a hacer el equipo de la temporada que viene? A Serrano le disparó el presidente un dardo mortal en plena rueda de prensa; Cervera ya no está y el año que viene se presume cambio al timón. Una vez amarrada la permanencia, debería empezar el trabajo que este año tan mal se hizo porque los 6.000 fieles de este club, a poco que les den, llevarán el equipo a aguas más tranquilas.