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50 años educando personas – Por Manuel Chinea Medina

Cuando miras hacia atrás, después de más de 50 años dedicado a la labor docente, a la que llegué por verdadera vocación, te das cuenta del número de chicas y chicos a los que hemos aportado lo mejor que teníamos y sabíamos hacer, educar, formar, transmitir unos conocimientos y ayudarles a crecer como personas, a esos niños y niñas que nos han confiado desde las familias.

En medio siglo de historia donde el Colegio Virgen del Mar, que fundamos mi mujer María Lola Rodríguez Afonso, y quien suscribe esta columna, este colegio, nuestro gran proyecto, ha visto pasar por sus aulas niñas y niños que hoy son mujeres y hombres que constituyen el gran entramado profesional y vital de nuestra sociedad. Niños y niñas de hace 50 años, que ahora son abuelas y abuelos de alumnos, en su tercera generación del Virgen del Mar. De verdad que es todo un orgullo, para mí, poder constatar esto.

En estos cincuenta años nos hemos sabido adaptar, como digo siempre, a las necesidades educativas y docentes de los distintos momentos. Hemos crecido, nosotros también, formando a pequeños y jóvenes, a pesar de tantos cambios y leyes de Educación en los últimos tiempos que te obligaban a echar por la borda tus esquemas y caer en la cuenta de que lo único importante son tus alumnos y alumnas, y que has de sacarlos adelante tan lejos como permitan sus capacidades e impregnando tu labor de la mayor calidad. Pese a ello hemos ido avanzando y llegado hasta aquí. Hemos visto la necesidad de mantener la llama viva entre profesor y alumnos, motivando a nuestros chicos y chicas en su formación, siendo orientadores y acompañantes en su crecimiento psicofísico, afectivo, intelectual y moral. Hemos entendido siempre la necesidad de formar en valores, y que fuese el eje neurálgico de nuestro modelo educativo y por tanto de nuestro quehacer permanente. Desde siempre, hemos considerado que las lenguas extranjeras han de ser un objetivo básico en la formación de nuestros alumnos, por ser la asignatura pendiente de nuestros jóvenes y por pertenecer a una comunidad eminentemente turística. Por todo ello no hemos dudado, en cuanto hemos tenido la oportunidad, en convertirnos en centro bilingüe, apostado fuertemente por las lenguas extranjeras, utilizando la nueva metodología que tiene en cuenta el proceso natural del aprendizaje de una lengua para alcanzar un dominio de los aspectos competenciales.

Hemos sido pioneros, a la hora de escoger, para nuestro modelo docente, el educar a nuestros alumnos de acuerdo con los postulados de la Inteligencia Emocional, aprendiendo a gestionar sus emociones y las de los demás. A trabajar desde un punto de vista cooperativo en las aulas frente al aprendizaje individualista y tradicional. El uso de las nuevas tecnologías en el proceso educativo, necesario para preparar a nuestros jóvenes en el presente y el futuro.

Ahora, con el 50 Aniversario, hemos dado otro paso más, volviendo a traer a nuestro centro el Bachillerato, porque es una petición de las familias, de muchas familias que traen a sus pequeños desde Primaria a nuestro Colegio y quieren que finalicen sus estudios preuniversitarios en el Virgen del Mar, porque creen en nuestro modelo educativo. Por eso hemos elegido el 2015, cumpliendo nuestro 50 Aniversario, el año en el que el Bachillerato en el Virgen del Mar sea una oferta para cualquier joven que quiera formarse en nuestro centro.

Así, hemos llegado a 2015, desde que nacimos en 1965, en este núcleo urbanístico de Santa Cruz, Santa María del Mar. Y lo hacemos, tal como dice nuestro eslogan del 50 aniversario, “educando personas y forjando talentos”, gracias al gran equipo de profesores y trabajadores que conforman nuestro Colegio Virgen del Mar. Una historia que continúa y esto para alguien que se dedica a la docencia es la mejor recompensa que se puede obtener.

*Director-Fundador del Colegio Virgen del Mar