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El Complejo Ambiental, una apuesta de futuro – Por Casimiro Curbelo

Hacer realidad el complejo ambiental de El Revolcadero no fue una tarea fácil. Tras su impulso se encuentra una apuesta firme del Cabildo de La Gomera por proteger nuestro medio ambiente. A finales de la década de los años noventa el Gobierno canario ponía en marcha el Plan Integral de Residuos. Por su parte, desde Bruselas se exhortaba a los países miembros de la UE a que aplicaran el mayor número posible de medidas legales y económicas para controlar y regular el tratamiento de residuos.

En aquel entonces la llegada creciente de turistas, sumada a la población de la Isla generaba 10.421 toneladas al año. O lo que es lo mismo 28,71 al día. Este volumen de desperdicios iba a parar a siete vertederos, hoy totalmente desaparecidos, que se repartían entre barrancos, degolladas, puntas y acantilados.

En el situado en el espacio protegido de Puntallana invertimos 2,5 millones para la recuperación del suelo, la costa y el fondo marino. Otros vertederos que ya son historia se ubicaban en el mirador de Punta Sardina, entre Vallehermoso y Agulo, el del Santo en Valle Gran Rey o en el Barranco de Erques en Alajeró.

De forma paralela a lo largo de los años hemos ido trabajando en la mejora del Complejo donde se han invertido alrededor de cinco millones. La última actuación la acabamos de adjudicar y supone destinar 459.000 euros para ampliar el vaso del vertedero. De esta manera el lugar en el que se depositan las basuras pasará a sumar 7.179 metros cuadrados sobre los 16.900 actuales. Con este paso alcanzamos las 2,5 hectáreas y los casi 237.000 metros cúbicos de capacidad máxima autorizada.

A partir de 2001 hemos ido introduciendo mejoras continuas en el Complejo en cuanto a accesos, plataforma de emplazamiento del triturador, almacenamiento y encauzamiento y evacuación de agua de lluvias. Junto con la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias y con fondos europeos ejecutamos actuaciones de calado a lo largo de estos años. Por ejemplo, la instalación de una línea aérea de media tensión para el suministro a la estación transformadora, un depósito de gasoil de 5.000 litros o la estabilización de las paredes del desmonte. Hemos procedido a la mejora de las instalaciones y dotando al Complejo de infraestructuras para la protección contra incendios, entre otras.

Pero en vez de quedarnos rememorando antiguos logros debemos planificar nuestros pasos. Y lo haremos en dos sentidos. Por un lado, en seguir trabajando en la recogida selectiva de basuras, en cuanto nos permitirá reducir la saturación del complejo. Y es que los datos son elocuentes. En 2014 la cifra de residuos generados ascendió a 14.082 toneladas, de los cuales fueron a parar al vaso de vertedero 8.858, como resultado de la recogida selectiva en origen.

Por otro, hacemos una apuesta de cara a la próxima legislatura para insularizar el servicio. Con ello ahorraremos 600.000 euros que redundarán en una prestación más económica para el ciudadano pero también más eficaz. La ley de Sostenibilidad y Racionalización da soporte legal a la cooperación entre ayuntamientos y cabildos en este sentido.

Con la perspectiva que da el tiempo desde la institución insular podemos valorar la gestión realizada durante los últimos tres lustros. Desde esa fecha impulsamos de forma decidida políticas para atajar el que se ha convertido en uno de los principales problemas de las sociedades modernas: la generación de residuos. Y lo hemos hecho por que en el caso de La Gomera hablamos de un ecosistema frágil y muy valioso que alcanza sus mejores ejemplos en el Parque Nacional y en la declaración de la isla como Reserva Mundial de la Biosfera.

El cuidado del medio ambiente nos permite seguir atrayendo visitantes con la consiguiente fortaleza económica que trae aparejada. Por lo tanto, el dinero que dirijamos a cuidar nuestro ecosistema no debe ser visto como un gasto sino como una inversión.

*Presidente del Cabildo de La Gomera