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“El Gobierno de Canarias se merece algún tirón de orejas”

Por DOMINGO NEGRÍN MORENO

La entradilla empieza por el final. José Luis Perestelo regresa al Cabildo de La Palma. Se asoma a la ventana porque Coalición Canaria lo solicita. Se quería retirar al término de la legislatura, pero su cotización política está por encima de lo que le garantiza la Seguridad Social.

-¿A veces no se hace pesado recordar el pasado?
“No me pesa. Empecé en el Ayuntamiento de San Andrés y Sauces en el año 83, fui teniente de alcalde. Hasta el 96 estuve de concejal, en el 91 entré como consejero del Cabildo y en el 96 asumí la presidencia hasta el 2009. Paralelamente, estuve dos legislaturas como senador por La Palma y en el 98 ocupé un escaño en el Congreso hasta las autonómicas de 2011”.

-¿La jubilación anticipada?
[Ríe] “Tengo que reconocer que venía ilusionado. Desde hacía muchos años quería estar en el Parlamento de Canarias, pero la verdad es que siente uno una situación extraña. Fundamentalmente, porque, cuando perteneces al grupo de gobierno, la labor del diputado está muy limitada a ese apoyo y hay poca capacidad de plantear iniciativas propias”.

-¿Hay pasillos secretos aquí?
“Muy poquitos [ríe]. Este Parlamento es muy transparente”.

-¿Este Gobierno regional se merece algún tirón de orejas?
“Bueno, sin ninguna duda. Creo que ha habido temas en los que el Gobierno no ha estado a la altura, por lo menos como yo deseaba. Hay asuntos que tal vez se nos han escapado de las manos, como el plan contra la pobreza, los servicios sociales y en algún que otro departamento. Ha habido situaciones que efectivamente se nos han ido y quizá no hayamos tenido la cintura suficiente para poder ejercer un protagonismo como grupo parlamentario”.

-Hubo un pacto que denominaron de hormigón…
“Efectivamente, hubo un pacto de hormigón [PSOE-AIC, de 1991 a 1993] que parecía que tenía aluminosis y, sin embargo, este, al que muchos agoreros daban poco tiempo, ha estado cohesionado de principio a fin”.

-¿La erosión en la superficie de los partidos por procesos corrosivos desgasta la convivencia?
“Es evidente que se han producido procesos congresuales en los dos partidos [CC y PSOE]. Se han dado discrepancias, circunstancias, que han erosionado los acuerdos”.

-¿En política se prospera según lo afilado que esté el cuchillo?
[Toma aire] “Creo que la política es una cuestión más de actitud que de aptitudes. La predisposición que tengas para trabajar, la cercanía con la ciudadanía… Eso es lo que posibilita que la sociedad te valore”.

-¿Las listas cerradas dejan heridas abiertas?
“Sí. En muchas ocasiones, las lógicas y legítimas aspiraciones no se ven compensadas. Lo importante es ser capaces de cerrar esas heridas y pensar que está el nosotros por encima del yo”.

-Del poder de atracción de la política, ¿qué te sedujo?
[Resopla] “Yo empecé en política porque había tenido la suerte en mi ambiente familiar, rural, de estudiar con un sistema de becas y entendí desde el primer momento que tenía que devolver a la sociedad todo lo que me habían dado y eso solo lo podía hacer desde una vocación de servicio a la ciudadanía”.

-¿Qué es la felicidad?
“Mi felicidad ha sido siempre encontrarme con una persona en la calle que te saluda, que no solo te da la mano, sino que te echa el brazo por arriba y te agradece porque alguna vez resolviste algún problema. Para mí, es la mayor felicidad que puedo tener en política”.

-Ya por último, ¿qué respuesta llevas preparada para una pregunta trampa?
[Ríe] “Siempre ha habido una pregunta que me ha llamado la atención, que es qué te llevarías a una isla desierta. Hace años era de manual. Yo pensaba que contestaría que nunca me iría a una isla desierta, porque necesito a los personas, gente, para poder vivir”.

-Te libras de la del último libro que has leído…
[Gesto de alivio] “Mejor, porque esa me da miedo. Nunca he sabido qué responder [risas]”.