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La intervención de Bermúdez – Por Pedro Fernández Arcila*

El interventor de Emmasa no acudió a la última Comisión de Control a la que había sido convocado, a solicitud de Si se puede, para que informara sobre las actuaciones que ha realizado desde su designación. En los cuatro años que llevamos en el Ayuntamiento es el primer cargo público que nos brinda este elocuente y antidemocrático desplante. Su inasistencia impidió conocer si se está realizando correctamente el cometido que le encargó la Junta de Gobierno o, por el contrario, simple y llanamente está acunando el problema de Emmasa para, en connivencia con Bermúdez, adormecerlo hasta las elecciones. Hay que recordar que, entre las tareas que se le asignó, se encuentran la de reconducir la legalidad las subcontraciones efectuadas, proponiendo resolver los contratos de prestaciones esenciales con empresa del grupo Sacyr, analizar el incumplimiento de las inversiones, evaluar la posible suspensión de pagar a Sacyr más de dos millones de euros anuales por el Know How, informar sobre la oportunidad de incoar procedimientos sancionadores, e incluso proponer el secuestro o la resolución del contrato con Sacyr Vallehermoso. A tan sólo un mes para que finalice el periodo de seis meses que se le había adjudicado para culminar su encargo, el atrevimiento de un funcionario público de no comparecer a una comisión municipal y su mutismo deliberado nos permite concluir que el interventor sigue instrucciones precisas de Bermúdez que sigue empeñando en ocultar el monumental fraude que, para las arcas públicas, supone la gestión de Emmasa por Sacyr Vallehermoso. De hecho este funcionario público, con amplísimas facultades para reconducir la situación de Emmasa, nunca le ha rendido cuentas a la Junta de Gobierno, a pesar que está obligado a hacerlo mensualmente, y nadie, salvo Si se puede, le ha reclamado el cumplimiento de esta tarea. Más bien Bermúdez y sus socios se muestran encantados con este enigmático interventor incumplidor porque, al contrario de lo que debiera ser, no le interesan que este funcionario realice su misión con probidad y aún menos que haya constancia documental de una actuación que debiera ser leal con los intereses de Santa Cruz. Las razones de tanto sonoro incumplimiento se debe a que si el interventor realizara su cometido afloraría el desfalco millonario que está ocurriendo en Emmasa producto de las irregularidades en la gestión de la multinacional a la que tanto aprecio le tienen los nacionalistas y socialistas locales.
*Concejal de Sí se puede en el
Ayuntamiento de Santa Cruz