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Montañeros pasan la noche en el Teide buscando en balde a dos senderistas

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

Un operativo que contó con especialistas de primerísimo orden pasó desde la noche del pasado lunes hasta bien entrada la mañana de ayer buscando con ahínco a dos senderistas que se les suponía al raso en una zona abrupta del Parque Nacional del Teide cuando en realidad pasaron la noche en una cueva del Llano de Ucanca.

Los dos senderistas, que confundieron a las emergencias al dar mal los datos sobre su posible situación, incluso disfrutaron de un pequeño fuego en su refugio mientras al menos siete montañeros, cuatro de los bomberos voluntarios de San Miguel, tres del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM), dos del personal de tierra del Grupo de Emergencia y Seguridad del Gobierno de Canarias, otros dos de Cruz Roja y personal del propio parque.

De los citados, al menos los especialistas en montaña pasaron la noche en vela buscando a los dos turistas, que resultaron ser una pareja de italianos de 23 y 21 años respectivamente, y que advirtieron de que se habían perdido en el sendero 23, el que circula entre los Roques de García y Pico Viejo, cuando en realidad habían cogido el 28, que los llevó al mucho menos abrupto y peligroso Llano de Ucanca.

Al despliegue ya mencionado hay que añadir las tres horas y pico largas que estuvieron los miembros de la tripulación de un helicóptero de la Guardia Civil, que desde la primera luz del sol sobrevoló el parque hasta que, pasadas las diez y media, recibieron la orden de volver a casa.
Fue sobre esa hora cuando los dos italianos aparecieron en la base del Teleférico, a donde al parecer llegaron tras hacer autostop desde el Llano de Ucanca. Aseguraron que se despertaron al oir volar el helicóptero en vuelo rasante.

Extraoficialmente, varios de los integrantes de este servicio han expresado su malestar por lo que entienden un derroche de recursos y esfuerzos para un incidente que podría haberse evitado si, en palabras textuales, “cerramos de una vez la guardería de Las Cañadas”.