JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife
Foto: SERGIO MÉNDEZ
Nacido en Cartagena pero afincado desde hace muchos años en el Archipiélago, Rafael Rebolo López va camino de cumplir su segundo año ya al frente del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), una instalación a la que ha contribuido a situar en la vanguardia del panorama científico mundial. No en vano, sus gestiones y el trabajo que realizan Rebolo y los investigadores del centro ha permitido que importantes proyectos internacionales se fijen en las Islas. Dos de los más destacados, los telescopios Cherenkov y el Telescopio Solar Europeo, están cerca de ubicarse en los observatorios isleños, a pesar de que el director del IAC sigue siendo cauto y prefiere esperar a que se cierren definitivamente los acuerdos. De cómo marchan esas y otras negociaciones y del futuro del propio instituto dialoga en esta entrevista con el DIARIO.
-Esta misma semana el IAC ha suscrito un acuerdo con la industria de la ciencia española. ¿Qué puede suponer este acuerdo?
“Se trata de un paso más que vamos dando, y muy importante, porque esta Asociación Española de la Industria de la Ciencia involucra a decenas de empresas del sector de las tecnologías avanzadas. Y el hecho de que hayamos establecido un marco de cooperación es muy positivo de cara a una posible implantación de algunas de estas empresas en el futuro centro de tecnología del IAC, en el Parque Tecnológico de Tenerife. También nos permitirá compartir información sobre proyectos en los que estamos involucrados, para buscar fórmulas de participación y nuevos objetivos”.
-Llevamos varias semanas recibiendo buenas noticias sobre el instituto, después de que por ejemplo se confirmara que el Gobierno ha decidido iniciar conversaciones para la instalación de los telescopios Cherenkov; o el acuerdo con Japón para la construcción de un prototipo en La Palma…
“El prototipo que construirá la Universidad de Tokio es similar a los grandes telescopios (GTA) de la red Cherenkov, por lo que sería uno de los primeros que se instalarían en Canarias en el caso de que se cerrara el acuerdo con el consorcio internacional. Es un empujón importante, aunque todavía estamos negociando el paquete grande del proyecto, que son 19 telescopios. Vamos poco a poco, y confío en que podamos convencer a los socios internacionales de que Canarias es la mejor ubicación posible. Hay razones para ser optimista, pero en este tipo de procesos hay que ser prudente hasta que se firme definitivamente el acuerdo”.
-¿Cuándo se decide finalmente si se instalan los Cherenkov en el Archipiélago?
“ Recientemente llegamos a un acuerdo por el cual nos dábamos seis meses de negociación, por lo que, para bien o para mal, se decidirá antes de final de año”.
-El proyecto que sí parece haberse frenado es el del gran telescopio ruso, ¿no es así?
“Cierto. Estamos esperando a que se normalice la situación en el país, pero mantenemos una colaboración abierta con la Universidad de Moscú, y de hecho en junio inauguraremos el primer telescopio robótico de Rusia en Tenerife, en el Observatorio del Teide. También se pondrán en marcha en breve telescopios norteamericanos y españoles. Seguimos avanzando en distintas escalas, aunque nos hubiera gustado poder conseguir ese telescopio ruso de 60 metros”.
-Usted siempre ha dicho que la mejor baza de Canarias es su cielo, aunque todo el mundo coincide en que también contamos con dos de los mejores observatorios del mundo, como son los de Tenerife y La Palma…
“Sin duda. Los observatorios de Canarias son un referente mundial, y tenemos que mantener eso y mejorar sus condiciones. Por eso, hay que atraer a los proyectos del futuro, porque aunque ahora seamos buenos, quizá dentro de 20 años no lo seamos, y eso no puede ser. De ahí nuestro gran interés en que puedan llegar los telescopios Cherenkov o el Telescopio Solar Europeo”.
-¿En qué punto se encuentra el proyecto del telescopio solar?
“Han admitido a trámite nuestra propuesta, y el plazo se cerró a finales de marzo. Europa nos ha informado de que nuestra propuesta reúne todas las condiciones para ser evaluada técnicamente, y de todos los campos de la ciencia, sólo hay 4 proyectos que han pasado ese filtro. El Foro de Infraestructuras Científicas Europeas nos debe reconocer ahora como instalaciones idóneas, lo que además nos permitiría conseguir apoyo financiero en todos los países. El proceso sigue su curso, y ahora serán las posturas políticas las que deben influir en la decisión final. Afortunadamente, España defiende la propuesta del telescopio solar en Canarias, y eso es muy positivo. No sé si será suficiente, porque también habrá que buscar apoyos de otros países, y eso ya es una cuestión política de alto nivel”.
-¿Cuándo concluye el proceso de evaluación de la propuesta del Instituto de Astrofísica?
“El proceso de evaluación dura unos once meses, por lo que hasta principios del próximo año no sabremos nada”.
-Lo que sí parece es que España está volviendo a apostar por la ciencia y la investigación, y así se refleja con la última convocatoria de plazas para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y otros centros de investigación, como el propio IAC…
“Se están dando pasos en ese sentido, y nosotros tendremos tres plazas para personal científico permanente, algo que había sido muy difícil lograr en los últimos años. Esto nos vendrá muy bien, porque se trata de aspirantes con una dilatada carrera, que llevaban tiempo esperando estabilizarse. Los investigadores son fundamentales para que el instituto pueda seguir trabajando como hasta ahora. Pero también necesitamos que se recupere la inversión que se venía realizando antes de la crisis económica, en el marco del Plan Estatal de Investigación. Perdimos un 30% de financiación que antes se daba a los proyectos, y ahí todavía hay mucho terreno que recuperar”.
-Además de ser un ejemplo en el campo científico, el IAC se ha convertido en los últimos años en un modelo de gestión, logrando muchos recursos fuera del ámbito de las administraciones públicas. ¿Cómo se consigue eso?
“Nosotros peleamos mucho por conseguir financiación externa, y lo hacemos de forma competitiva. Cada año ingresamos entre 4 y 5 millones de euros que no estaban previstos, a través de proyectos que presentamos a competiciones nacionales e internacionales. Es una parte importante de la actividad del centro la que se financia gracias a ese dinamismo. Entendemos que no puede ser de otra manera, porque a nosotros nos llega una parte de financiación directa, del Ministerio y del Gobierno de Canarias, pero no es suficiente. Y cada año luchamos por cada euro que necesitamos para que el instituto crezca y siga activo. Sabemos que en la actual coyuntura hay menos dinero, pero seguimos peleando igual”.
-Pero ha habido muchas instituciones que vivían exclusivamente de las administraciones públicas, y cuando se recortaron las ayudas empezaron a quejarse de falta de apoyo. ¿No cree que ha habido cierta desidia, autocomplacencia o conformismo dentro del ámbito científico en nuestro país?
“Creo que es fundamental que siga habiendo una financiación básica que se garantice para un centro como este, y esa financiación que viene de los Presupuestos Generales del Estado debe mantenerse. Pero, en nuestro caso, seguimos peleando por lograr más recursos, y buena parte de nuestra actividad investigadora está financiada en base a los 30 o 40 proyectos que cada año presentamos a distintas instancias. Es normal que el personal quiera mantener asegurada su continuidad, y el dinero que nos llega del Estado se destina a ese personal; pero también tenemos a otra parte del personal del instituto que se autofinancia en base a los proyectos que conseguimos. Y esa combinación de financiación básica y financiación competitiva es lo que nos permite sacar adelante los proyectos y el propio centro. En el equilibrio justo de esos dos aspectos está el poder mantener una instalación como la nuestra”.
-Uno de los proyectos vinculados al instituto, en el ámbito de la divulgación, es el Festival Starmus. Hace unos meses comentó que es poco probable que pueda haber una nueva edición del festival este año, por los problemas que hay para encontrar financiación. ¿Tiene alguna novedad al respecto?
“Garik Israelian es quien promueve el Starmus y quien negocia directamente la financiación, pero hasta el momento no tengo encima de mi mesa ningún proyecto concreto, ni he recibido una propuesta para que se celebre el festival este año. Nunca digo que algo es imposible, pero está muy difícil por las fechas en las que nos encontramos ya”.