El Ayuntamiento de Arona aprobó ayer durante un pleno extraordinario que apenas duró una hora, el presupuesto para el presente año con un montante de 88.478.924 euros, el 4,95% más que el año pasado.
Las cuentas salieron adelante gracias a los votos a favor de siete ediles nacionalistas del grupo de Gobierno (faltó Carmelo García) y cuatro (se ausentó Marta Melo) de los que estuvieron en él hasta hace un mes y que ahora son concejales no adscritos. Se abstuvieron los cuatro concejales del PP, mientras votaron en contra tres ediles socialistas (faltaron dos) y los dos de Ciudadanos por Arona y José Fuentes (CAN).
Candelaria Padrón, concejala de Hacienda, destacó que estos presupuestos seguirán siendo de contención del gasto, aunque valoró que se aumente la partida para obras en casi tres millones de euros, manteniéndose los 17 millones de euros para el capítulo 1 de Personal.
Padrón no entendió las críticas de su excompañero de partido, Antonio Sosa, porque le recordó que “este presupuesto estaba prácticamente cerrado cuando él estaba aún en el Gobierno.
Reconoció que no habrá aumento en la partida para Servicios Sociales, aunque matizó que “en cualquier momento se puede hacer una transferencia desde el Ayuntamiento en caso de emergencia social, como se ha hecho en el ejercicio pasado con casi un millón de euros”.
Uno de los datos más llamativos de las cuentas de Arona es que el remanente alcance los 32 millones de euros, 10 más desde el último año. “Es verdad -afirma Candelaria Padrón- pero este ha sido motivado por la imposibilidad de destinar el dinero a inversiones, porque la Ley nos obliga a disminuir deuda. Es un remanente positivo logrado no solo por no hacer inversiones, sino también debido a nuestra política de contención del gasto”. Arona cierra el ejercicio con 12 millones de euros de deuda, debido a dos préstamos bancarios y el pago a los proveedores lo ha reducido a un mes.
La oposición se mostró contrariada por las cuentas, incluso Antonio Sosa y los ediles nos adscritos, aunque finalmente votaron a favor “por responsabilidad y por evitar un colapso hasta septiembre”, recordando que era fundamental aprobarlo para no perder la subvención de las inversiones en el plan Urban. José Julián Mena, del PSOE, también criticó el escaso dinero destinado a inversiones (dos millones) y comentó que “estas son unas cuentas más destinadas a los bancos que a los vecinos”, quejándose además del dinero destinado a pagar sentencias y los recortes en los servicios públicos, añadiendo que 3 de los 4 sindicatos no están de acuerdo con estas cuentas.
José Fuentes (CAN) remarcó que “desde 2008 no se ha traído ninguna propuesta para ayudar fiscalmente a los comercios que pueden generar empleo”.