economía>

Un turismo de microdestinos muy rentable

En el sur de Tenerife y Gran Canaria se encuentran algunas de las zonas más atractivas para los turistas. | DA
En el sur de Tenerife y Gran Canaria se encuentran algunas de las zonas más atractivas para los turistas. | DA

SARAY ENCINOSO | Santa Cruz de Tenerife

Empezó en los años 70 en algunos núcleos aislados, pero hoy es el motor principal que hace caminar la economía canaria. El turismo es el sector principal en las Islas y el que ha hecho que la crisis no sea más dramática de lo que ya es. A pesar de todo el rédito que genera, en el Archipiélago existen 47 núcleos distribuidos en 16 entidades turísticas -donde se concentran alrededor del 92% de las plazas de alojamiento turístico disponibles y se registran el 94% de las pernoctaciones- que representan solo el 1,7% de la superficie total.

Estos datos, que proceden de una macroencuesta que acaba de publicar el Instituto Canario de Estadística (Istac), sitúan al Archipiélago a la vanguardia de las estadísticas regionales de turismo. El estudio desvela por qué el desigual desarrollo de algunos municipios como Adeje, San Bartolomé de Tirajana, Yaiza o Pájara ha obligado en muchos casos a hablar de microdestinos, áreas más pequeñas que cuentan con una elevada concentración de establecimientos destinados a actividades turísticas. Además, señala los enclaves que se ubican en cada isla y el porcentaje de oferta que acaparan: 9 núcleos en Lanzarote (92% de las plazas turísticas de la isla), 7 en Fuerteventura (93,4%), 14 en Gran Canaria (96,1%) y 17 en Tenerife (83,2%).

Haz click para ampliar la imagen.
Haz click para ampliar la imagen.

La investigación también permite hacer un ranking en función de los ingresos totales que recibieron los municipios el año pasado. En primer lugar se sitúa Playa del Inglés, con 304,07 millones de euros, seguido de Meloneras, con 220,17 millones de euros, Las Américas, con 214,90 millones de euros y Playa del Duque, con 211,58 millones de euros. En cuanto al índice de ocupación por habitación o apartamento, Playa Paraíso está en el primer lugar, con un 88,65%, seguida de Playa Blanca, con un 88%.

Los que más se quedan
Medir el impacto del turismo es complicado. Hay que tener en cuenta múltiples variables: desde el número de noches que pasan en el destino hasta el tipo de alojamiento que escogen y, por supuesto, el gasto que realizan durante la estancia. Hay una parte de ese desembolso que va directamente a establecimientos vinculados al turismo, pero también hay otra parte, menos tangible, que repercute de manera fundamental en la riqueza de una sociedad.

Hay variables, no obstante, que merecen especial atención. Por ejemplo, la nacionalidad y el tiempo que pernocta el viajero en algún hotel o apartamento. Los extranjeros pasan más tiempo de vacaciones en las Islas que los nacionales, y los alemanes son los que más días se quedan. Los que eligen Lanzarote están más tiempo, pero en todas las islas superan los 10 días de media. Eligen Canarias y disfrutan de ella. Hay zonas turísticas, sin embargo, mucho más caras que otras. El alojamiento diario más barato en 2014 se pudo encontrar en el casco de Puerto del Carmen (Lanzarote) por 18,18 euros y el más caro en Meloneras por 139,62 euros; es decir, dormir en Lanzarote llegó a ser seis veces más caro que en Gran Canaria. A esta última zona le siguió el Golf del Sur de Tenerife (103,05).

Haz click para ampliar la imagen.
Haz click para ampliar la imagen.

El futuro
A pesar de que Canarias lleva décadas viviendo fundamentalmente gracias al turismo, en un mundo globalizado los destinos han de reinventarse para poder seguir siendo la primera opción de millones de personas en el mundo. Según el Plan Promocional de Turismo de Canarias, elaborado para el período que va de 2012 a 2016, el Archipiélago se enfrenta desde hace algunos años al complicado reto de mantener y mejorar su posición preferente en un entorno de creciente complejidad e intensidad competitiva. “Cada vez resulta más difícil mantener la cifra de visitantes y, especialmente, la de ingresos por turismo”.

La evolución del sector en las Islas durante los últimos años se ha caracterizado por el estancamiento. Uno de los revulsivos más destacados han sido las transiciones iniciadas en el Norte de África, que desgraciadamente han derivado en conflictos violentos y han propiciado que un flujo importante de viajeros acabe en las Islas, una región que cuenta con la seguridad de ser una región ultraperiférica europea y con todas las ventajas paisajísticas y climáticas de ser un archipiélago geográficamente africano. Sin embargo, el decrecimiento del volumen emisor europeo, junto con un aumento del número de destinos y la oferta alojativa, ha generado un aumento de la rivalidad competitiva: los destinos emergentes, con precios más bajos, han crecido de manera espectacular, mientras que los tradicionales, como Canarias, han registrado una disminución de su competitividad. Así lo recoge el diagnóstico del mismo plan, que hasta el momento de su elaboración había constatado una reducción de la llegada de turistas, en la estancia media y en el gasto. Desde entonces, los retos prioritarios que se han marcado las distintas administraciones competentes han sido, además de la creciente rivalidad, el factor limitativo de la conectividad, la necesidad de mejorar la imagen y el posicionamiento, la productividad reducida de los modelos de negocio turístico, el valor de la experiencia como elemento diferenciador y los cambios en la demanda. Todo eso sabiendo que es fundamental fidelizar al turista tradicional y que la crisis económica global, con la reducción del tamaño del mercado potencial y de la capacidad de gasto, puede acentuar más la competitividad entre destinos.

El trabajo que genera
La llegada de turistas, que no ha dejado de batir récords durante los últimos años, ha estado motivada por la mejora de la oferta turística y su promoción, pero también por los conflictos internacionales: las primaveras árabes generaron un flujo importante de turistas hacia Canarias. Los hoteleros preveían a principios de año que la balanza empezara a equilibrarse, por la estabilidad que parecía registrarse en Túnez, el país que tenía más opciones de protagonizar una transición pacífica. El atentado registrado en marzo puede transformar esos cálculos, siempre sujetos a los vaivenes internacionales. Sin embargo, hasta el comienzo de las dificultades en estos países africanos, Canarias se estaba enfrentando a un serio competidor que probablemente vuelva a tener. Y uno de los factores fundamentales que amenazaban con hacer de las Islas un lugar menos atractivo era la falta de innovación. Hasta el momento no ha sido indispensable para conseguir interesantes rentabilidades de negocio, pero la mentalidad de la sociedad canaria, poco abierta al cambio y con personal de baja cualificación, puede ser un inconveniente.