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Ayuda tinerfeña en Nepal

TINERFEÑOS NEPAL
Un equipo de enfermeros, médicos y técnicos de la ONG Dona Vida viajó a Nepal hace dos semanas con 150 kilos de medicinas, ropas y alimentos. / DA

RAFAEL LUTZARDO | Santa Cruz de Tenerife

Nepal está en esto momentos iniciando un descomunal proceso de reconstrucción tras la feroz embestida de dos terremotos en la zona del Himalaya, que dejaron más de 8.000 muertos y numerosos heridos. Los traumatizados nepalíes duermen en las calles convertidas en escombros y abiertas en canal. Aviones llenos de suministros, médicos y equipos de ayudas de países vecinos han comenzado a trabajar. Los protocolos de emergencias son muchos y variados. Tiene prioridad la búsqueda de las víctimas. Los voluntarios desenterradores trabajan a destajo. Una vez localizados los cuerpos, se les prende fuego. Luego, le sigue el protocolo de sensibilización. Tarea compleja y dura.

Ahí, en medio de la tragedia, ya se encuentra un equipo canario de médicos, enfermeros y técnicos de la ONG Cooperación Internacional Dona Vida, formado por Mariana Harraiz, Cristina Durán, Óliver Ortega, Ramón Viera, Julián y el presidente de la ONG, Germán Domínguez. Están ayudando en las aldeas rurales de Nepal. Germán Domínguez cuenta que están en la aldea de Sanku, donde viven unas 7.000 personas y donde apenas ha llegado aún la ayuda occidental. Son los primeros. Su principal tarea es llevar a la población agua potable y atención sanitaria.

[sws_pullquote_left]El equipo de sanitarios canarios fue el primer grupo occidental en llegar a la zona de Sanku[/sws_pullquote_left]

“Hay miles de personas viviendo bajo plásticos en las calles y seguimos sintiendo temblores. El mayor, un sismo de 5,6. La tierra está en constante movimiento. Todos presentimos que algo va a ocurrir”, asegura Germán Domínguez, quien finaliza la conversación telefónica con un desgarrador llamamiento: “No nos olviden, por favor. Les necesitamos. Nepal les necesita”.

Cooperación Internacional Dona Vida es una organización no lucrativa que desde 2009 actúa en Nepal, con el objetivo de luchar contra la pobreza y promover la igualdad de oportunidades. Los logros de esta organización, compuesta por canarios, es digna de elogio. En el periodo 2009-2011 escolarizaron a 17 niños huérfanos, abandonados y rescatados de las calles de Nepal. En 2012-2013 fue la primera organización no lucrativa de occidente en llegar a Sipty-Nepal, una aldea totalmente incomunicada y en el olvido. Trabajan ahora en Kabilash-Nepal, una aldea habitada por 7.000 personas, donde donaron el primer laboratorio para analíticas clínicas. Sus profesionales médicos y enfermeras tienen la oportunidad de conocer e intercambiar conocimientos y cultura, junto a los profesionales de Nepal. En 2015 han construido el primer hospital para una aldea de 7.000 personas. El objetivo de Cooperación Internacional Dona Vida en Nepal se basa en el compromiso con las comunidades más desfavorecidas para mejorar su calidad de vida; apostar por la educación y la formación profesional, así como por la atención sanitaria preventiva y curativa como principales herramientas que les permita salir de la pobreza, labrándose un mejor porvenir, siempre desde el respeto por su cultura. Para las personas que deseen colaborar en esta causa cuentan con una cuenta bancaria en el Banco Santander: 91 0049 0323 1527 10203274.

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Llevar agua potable y asistencia sanitaria a las aldeas rurales es su principal objetivo. / DA

El equipo de Cooperación Internacional Dona Vida partió hace dos semanas de Gran Canaria rumbo a Nepal con 150 kilos de medicinas, ropas, calzados y alimentos. Domínguez narra desde Katmandú que “la situación es tremendamente dantesca. Las comunicaciones terrestres con el interior son muy difíciles, ya que las carreteras están destruidas; también, por los riesgos de avalanchas provenientes de las altas montañas. Para poder llegar a las aldeas rurales, donde nosotros colaboramos, tenemos que hacerlo a través de cuatro mulas”.

Sin duda, la situación de Nepal es caótica. Los supervivientes de los terremotos carecen de las necesidades más básicas: agua potable, alimentos, medicinas, ropa y calzado. Otro de los grandes problemas es el de los menores que se han quedado huérfanos. Muchos de ellos deambulan sobre los escombros, desorientados y perdidos. Al respecto, Germán Domínguez confiesa que no saben qué hacer “para que los huérfanos puedan tener un lugar seguro y que no sean víctimas de las mafias”. Mientras tanto, los trabajos de reconstrucción se intensifican para evitar que las infecciones agraven la situación.