NATALIA TORRES | Santa Cruz de Tenerife

Santa Cruz de Tenerife cuenta con un Plan de Mayores desde 2011, aunque no fue hasta el año pasado, con la adjudicación del mismo a Aeromédica, cuando se le dio el impulso necesario para que llegara a toda la población de la capital. En estos momentos son más de 700 los mayores que participan en la casi treintena de talleres que se han puesto en marcha y que están dirigidos a mejorar la salud física y emocional de los ancianos chicharreros. El objetivo del área de Asuntos Sociales municipal es que en el futuro se pueda poner en marcha una escuela de mayores en la que además se cubran otras inquietudes como pueden ser los idiomas, la literatura o cualquier otro tipo de interés. “Nuestro interés es que a través de los talleres puestos en marcha y de ese deseo de tener una escuela de mayores, podamos ejercer tareas de prevención frente a las que ya desarrollamos de cuidados básicos a través de la ayuda a domicilio o la teleasistencia”, explica la concejal de Asuntos Sociales, la socialista Alicia Álvarez.

Los talleres activos en este momento se reparten por todos los distritos: “Hemos hecho un esfuerzo para llegar a zonas más complicadas como Anaga, donde tienen más problemas de transporte y aunque por el número de usuarios pudiera parecer que no es rentable, hemos querido que se mantengan y tenemos talleres en Almáciga o Taborno”, explica la edil de Asuntos Sociales.

Entre las actividades están algunas como Transmite y comparte, en la que se potencia la memoria de los mayores a través de que los participantes del taller recuerden y cuenten historia del barrio al que pertenecen. “Otros talleres potencian el ejercicio físico, como el de Camina en tu entorno, con el que buscamos que las personas mayores puedan moverse y hacer ejercicio previniendo así la dependencia”.

Usuarios
La concejal reconoce que aún esta red de talleres es muy pequeña y de ahí su deseo de que en el futuro se pueda contar con esa escuela de mayores. “Ahora captamos a los usuarios a través de las oficinas de distrito o de las Unidades de Trabajo Social (UTS), también a través de las Asociaciones de Vecinos, aunque ahí ya hay personas predispuestas a la interacción y lo que intentamos es atraer a los ancianos a los que les cuesta más salir de casa y relacionarse”. Otro de los talleres de los que la concejal valora es el de Cuidar a cuidadores, una actividad que sirve de respiro para las personas que están al cuidado de otras. “Hemos detectado muchos casos de mayores que se hacen cargo del cuidado de dependientes y se ven desbordados”, explica Álvarez. “Nos cuesta convencerlos
-continúa- porque te dicen que no necesitan ayuda, entonces les ofrecemos el servicio a domicilio y les explicamos que esas dos horas las pueden tomar para descansar, para desconectar, porque así prevenimos su posible dependencia futura”.

La formación en nuevas tecnologías es otra de las intervenciones que está teniendo mucha aceptación. “Los alumnos de La Salle enseñan informática a los ancianos y nos ha sorprendido gratamente, no tanto la integración de los mayores como la acogida entre los más jóvenes”, concluye Álvarez.

[sws_grey_box box_size=”620″]Actividades
Transmite y comparte. Asistencia mutua intergeneracional para potenciar el papel de las personas mayores como transmisoras de experiencias.
Autocuidado. Promoción de la salud y prevención de la dependencia, autocuidado, planificación de los cuidados.
Memoria. Preservación de la autonomía personal. Estimulación cognitiva específica para el mantenimiento de las capacidades.
Fisioterapia. Preservación de la autonomía personal de los mayores.[/sws_grey_box]