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El circuito automovilístico – Por Leopoldo Fernández

Después de tropecientos avatares y 40 años de espera, el circuito automovilístico tinerfeño o Centro Insular de Deportes del Motor de Tenerife, como lo denomina el Cabildo, ubicado en la zona de Atogo, Granadilla de Abona, parece encaminarse hacia su definitiva construcción. Se trata de una iniciativa que cuenta con el respaldo del mundo del motor al completo: federaciones, escuderías, concesionarios, importadores, talleres de reparación y repuestos, además de la numerosísima afición isleña e instituciones locales, insulares y autonómicas. Dadas las necesidades sociales derivadas de la crisis económica y la urgencia de obras prioritarias como el cierre del anillo insular, podría decirse que en estos momentos la construcción del circuito es una tarea perfectamente aplazable o prescindible. Pero sería absurdo posponer su realización cuando el proyecto no le va a costar ni un solo euro al Cabildo, salvo la compra que hizo en su día de distintas fincas que reúnen los más de 1,3 millones de metros cuadrados de extensión del recinto deportivo en proyecto. La sociedad italiana concesionaria del mismo se encargará de atender el importe total de la obra -que se acerca a los 30 millones de euros, incluidos los accesos al recinto- a cambio de la explotación comercial del circuito y sus instalaciones por un periodo de 35 años.

Motociclistas, automovilistas y amantes del motor podrán disfrutar de distintas modalidades de competición en un circuito versátil, de espectacular diseño y previsible proyección nacional e internacional. El clima local, la excelente conectividad aérea y marítima de la Isla, sus extraordinarias comunicaciones e infraestructuras turísticas y de ocio ofrecen durante todo el año unas condiciones ideales para el mejor aprovechamiento de la instalación. En ella constructores y fabricantes de vehículos, neumáticos y otros componentes de motos y coches de carreras o comerciales podrán efectuar pruebas y ensayos de diversa índole -incluidos los de Fórmula 1, dada la fiabilidad y seguridad de la instalación-, junto a la normal organización de las pruebas estrictamente deportivas. En definitiva, se trata de un valioso proyecto de futuro que creará empleo y riqueza, atenderá un importante sector de ocio y venderá imagen de la Isla.