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Coalición, a la oposición – Por Cristina Molina

Todo indica que Fernando Clavijo ganará las próximas elecciones. Luego, “de aquí en adelante” tendremos lo mismo que de aquí para detrás. Es un misterio. ¿Cómo puede seguir siendo el nacionalismo una opción para Canarias? He aquí una pregunta sin respuesta por mucho que uno intente encontrarle sentido. No lo tiene. La sinrazón del exacerbado sentimiento de pertenencia que, sea dicho de paso, impide el progreso del conjunto de los canarios y los españoles, está profundamente arraigada. Y siguen pasando generaciones y somos incapaces de liberarnos de la sombra de las mañas caciquiles. Ya va siendo hora de que Coalición Canaria deje de gobernar. Las hegemonías, como la perpetuada por CC en el Gobierno de Canarias, son la perversión de la política. Pura perversión es lo único que se puede esperar de un partido que considera que las administraciones públicas son su segunda residencia o su cortijo. Pura perversión es lo único que se puede esperar de unos políticos cuya vida ha consistido en convencer a sus ciudadanos de que sin padrinos políticos no llegarían a ninguna parte. Hay vida más allá del nacionalismo aunque a uno se lo figuren como el fin del mundo. Somos ciudadanos de una sociedad cada vez más globalizada pero mi tierra, mi tierra, ay mi tierra es la más bella y me golpeo el pecho mientras pronuncio las letanías. Nuestro pueblo, nuestro pueblo, ¿nuestro pueblo a la cola en casi todo? No se detenga, por favor, continúe con la tercera letanía, la que nos acerca a la salvación. El autogobierno, el autogobierno, el autogobierno venga y nos asista. Lástima de pueblo aquel que vive con miedo a tener represalias por retirarle el apoyo a una formación política, especialmente en municipios o localidades pequeñas. Lástima de pueblo aquel que no se sacude lo que le impide avanzar. Lástima de pueblo aquel que no logra superar el nacionalismo y mandarlo a la oposición. Lástima de Canarias si vuelve a gobernar Coalición.