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Kairós, una bendición del cielo

Los voluntarios de la Asociación Kairós, encabezados por Benjamín Barba, reparten toneladas de alimentos entre las familias necesitadas. / SERGIO MÉNDEZ
Los voluntarios de la Asociación Kairós, encabezados por Benjamín Barba, reparten toneladas de alimentos entre las familias necesitadas. / SERGIO MÉNDEZ

RAFAEL LUTZARDO | Santa Cruz de Tenerife

Cuando los pueblos son solidarios, los valores de las personas son más grandes y fuertes. La Asociación Kairós de Tenerife lo lleva haciendo desde el año 2008, cuando el Gobierno de Canarias la legalizó como ONG para ayudar al pueblo saharahui. Acto seguido, y con la actual crisis económica en Europa, su fundador y presidente, Benjamín Barba Villarejo, decidió trabajar y colaborar por las personas más necesitadas de la isla de Tenerife.

Este gran hombre, nacido en Linares (Jaén), de padres mineros, tuvo que desplazarse a Barcelona, tras el cierre de la mina, pasando la mayor parte de su juventud en Cataluña. Por motivos laborales, Benjamín Barba desarrolló varios oficios que le sirvieron para adquirir experiencia y de paso, ayudar en la casa de sus padres. En la actualidad reside en la isla tinerfeña, siendo el pastor de la Iglesia Cristiana Evangélica de Santa Cruz de Tenerife. Licenciado en Teología, casado y padre de dos hijos.

Sin duda, la labor realizada por la Asociación Kairós de Tenerife es digna de admirar, ya que, según Benjamín Barba, en lo que va de año han atendido a 5.976 personas. “No es tarea fácil buscar alimentos, ropa y calzado para tantas personas en el umbral de la pobreza en la isla de Tenerife”, señala Barba.

La Asociación Kairós es una entidad altruista, solidaria, consolidada por un grupo de personas trabajadoras y colaboradoras dignas de toda mención, pues no en vano colaboran a lo largo de todo el año sin regatear en esfuerzos, con el objetivo de aliviar miles de estómagos humanos que malviven en el umbral de la pobreza y de paso, lograr en ellos una sonrisa. Por lo tanto, es el pueblo canario el que se manifiesta en la solidaridad y en hechos; haciendo el trabajo que deberían de hacer el Gobierno estatal y regional. Toda ayuda es poca, pero cuando se lleva a cabo como lo hace la Asociación Kairós: ¡Bendito sea!

Benjamín Barba señala que “el 58,5 por ciento de las personas atendidas fueron derivadas por el Instituto Municipal de Asuntos Sociales (IMAS) de Santa Cruz de Tenerife, el 32 por ciento por el Servicio Canario de Salud (SCS) y el 9,5 por ciento restante por diversas ONG, que cuentan con un trabajador social colegiado, que interviene con estas personas en otras áreas y solicitan la colaboración de Kairós para facilitarles alimentos. Estas personas tienen que renovar la derivación para ayuda en alimentos de forma periódica, según el criterio de cada trabajador”. También, Benjamín Barba destacó “el papel fundamental del personal voluntario y recordó la necesidad de seguir llevando a cabo campañas y solicitudes de ayuda para obtener comida no perecedera, a la vez que agradecieron la aportación y colaboración del Banco de Alimentos de Tenerife”.

Sin embargo, la situación del índice de pobreza en Canarias se ha ido incrementando, donde la Asociación Kairós se ve desbordada ante la creciente demanda social de personas necesitadas que acuden cada semana para recoger una bolsa de comida. En total, unas 30.000 personas.

Benéfica y social
Según la Asociación Kairós de Tenerife, en el listado de entrega de alimentos mensuales de la citada asociación benéfica social están inscritas 1.508 personas, de las cuales 342 son menores de 8 años. Estas personas están distribuidas en 543 familias. Por todo ello, los alimentos que recibe esta generosa Asociación Kairós son escasos para cubrir las necesidades señaladas anteriormente.

Por si fuera poco, esta asociación humanitaria tiene una lista de espera de 200 familias, ya que, por desgracia, no hay alimentos suficientes para darles a todos”. La realidad actual no se puede ocultar y muchos y variados son los problemas con los que actualmente luchan muchos canarios: hipotecas, necesidad de alimentos, empleo, ropas, calzados, medicinas, enseñanza…

La necesidad es tan grave y dura, que muchas personas que viven en determinados barrios de Santa Cruz de Tenerife, y que no tienen ningún tipo de prestación económica, están empatando los cables de sus viviendas con los del alumbrado de la calle para poder tener luz en sus hogares, pues hace años les fue cortada la luz por falta de pago.

Igualmente, ocurre con el agua, donde no la pueden pagar y la sustraen de los contadores de la calle. La gente muy necesitada tiene que vivir y encontrar alternativas para poder dar de beber y comer a sus hijos. La situación se hace cada vez más insostenible y muchas familias están desesperadas, motivando realizar todo tipo de trabajo clandestino. Incluso, los que están dentro de la Ley, pero la situación es tan desesperante que muchas personas están dispuestas a correr todo tipo de riesgo para conseguir algo que llevar a sus respectivas familias.

Este dramático panorama es un poco más halagüeño gracias al gran trabajo silencioso y generoso que realizan colectivos humanitarios como esta Asociación Kairós, que tiene muy merecida la declaración de Interés Público otorgada por el Ayuntamiento de Santa Cruz.