DIARIO DE AVISOS | El Rosario
El alcalde de El Rosario, Macario Benítez Gil, se despidió ayer de los compañeros de la Corporación y de los vecinos y vecinas que abarrotaron el salón de plenos durante la sesión extraordinaria celebrada en el Ayuntamiento, y lo hizo viendo la desaprobación de una de las mociones al finalizar su mandato en minoría, tras la expulsión de dos concejalas socialistas, hoy no adscritas.
El mandatario de El Rosario durante los últimos 32 años, “gracias a la confianza de los vecinos y vecinas del municipio”, como dijo durante su intervención, presidió por última vez un pleno municipal antes de las próximas elecciones locales y autonómicas del 24 de mayo.
Durante la sesión se aprobaron por unanimidad tres asuntos de índole económica: la modificación del presupuesto para excluir de la obligación de facturación electrónica a las facturas cuyo importe sea de hasta 5.000 euros, la aprobación de los contenidos para el avance de la liquidación del presupuesto por periodos trimestrales y la modificación de los turnos de trabajo de los funcionarios de la Policía Local del municipio.
También salieron adelante, aunque con la abstención de IR-Verdes, PP y Alternativa Sí se Puede, la modificación del reglamento de las Escuelas Infantiles Municipales y de la Ordenanza Reguladora del Precio Público de estas. De esta forma, para calcular el coste del servicio, según las características de las unidades familiares, se pasará de hacerlo en función del salario mínimo interprofesional a hacerlo a través del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples, mecanismo creado en 2004 por el Estado para la adjudicación de becas y subvenciones. Con ello se evitarán agravios comparativos entre usuarios.
Sin embargo, fue rechazada, con los únicos votos a favor del PSOE, la propuesta para ceder a la Guardia Civil el edificio ubicado en Radazul Bajo y previsto inicialmente como una infraestructura compartida con la Policía Local, como recordó los grupos de la oposición; así como la urgencia de un punto fuera del orden del día, que buscaba la equiparación salarial del personal laboral del Ayuntamiento, asunto que, al ser rechazada su urgencia, ni siquiera fue debatido.
Tras finalizar el debate de los asuntos ordinarios del pleno, tanto el concejal Abel Acosta, como el alcalde, Macario Benítez, se dirigieron a los presentes para despedirse de una vida dedicada al servicio público y agradecerles la confianza depositada en ellos.
El primer edil destacó, en un sentido discurso, que “para cualquier persona con vocación de servicio público ser alcalde del municipio que lo vio nacer representa el mayor de los honores. Y yo me voy con el orgullo de saber que los vecinos y vecinas de El Rosario me concedieron ese honor durante 32 años. Nunca me podía imaginar el respeto y el cariño que la gente me ha profesado. Es el mayor recuerdo que nunca olvidaré en lo que resta de mi vida. Para mí será siempre un recuerdo inolvidable”.
Tras su intervención, el público presente en el salón de plenos rompió en aplausos como homenaje a toda una vida política dedicada a los vecinos y vecinas de El Rosario.