
DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife
Miriam Pérez lleva toda una vida luchando por la igualdad, por los derechos y por lo que considera justo. Y no tiene intención de dejar de hacerlo. La única diferencia es que ahora está en el otro lado. Se presenta como número dos del partido Sentido Común, por detrás de José Bolorino, dando un paso importante tras muchos años como activista.
-¿Por qué decide dar este paso ahora, después de tantos años de activismo?
“Tomo esa decisión por hartazgo, por ser multada en las protestas, por ser sacada de los plenos por la policía, por ser detenida… y sobre todo porque veo que las cosas se ponen cada vez más difíciles para nuestra gente”.
-¿En qué consiste el proyecto de su partido?
“Es un proyecto sencillo pero arriesgado. No vamos a hacer promesas y sí implicarnos en políticas sociales dirigidas a la creación de empleos dignos. Y, por supuesto, nuestro proyecto contempla aspectos tan importantes como la cultura, el ocio y el medio ambiente”.
-¿Por qué califica de arriesgado el programa de Sentido Común?
“Es arriesgado porque vamos a la raíz del problema, algo que no han hecho los demás durante los últimos 30 años. Y lo hacemos porque conocemos la problemática, ya que la estamos sufriendo. Algunos me pueden tachar de demagoga. Dirán que tienen familiares o amigos en paro, pero no por ello saben qué es estar sin trabajo. Ellos sí que hacen demagogia. Conocemos la problemática porque la hemos sufrido desde el otro punto de vista”.
-Ya que hablamos del paro, ¿cómo abordaría usted la tragedia que sufren miles de ciudadanos?
“Santa Cruz ha sido y es una ciudad mal gestionada y la gente está siendo estafada. Por ejemplo, la Sociedad de Desarrollo debería apostar por la igualdad y la creación de empleo, pero el dinero público se invierte en cursos absurdos para ciudadanos a los que no se les ha realizado un itinerario laboral. Cáritas tiene mucho más éxito en este aspecto pese a que la Sociedad de Desarrollo tiene mucho más presupuesto. Pero no hay voluntad política de arreglar esto”.
-¿Cree realmente que las fuerzas políticas mayoritarias tienen miedo a nuevos partidos?
“Tanto a nosotros como a otras fuerzas emergentes han intentado boicotearnos. Por ejemplo, al denunciar que nuestro logotipo se parecía al de una organización aragonesa. Interesaba que el panorama se cerrara en torno a los mismos partidos de siempre. Hay muchos ejemplos de políticos que vienen a los barrios a pedir el voto ahora. Se creen que somos idiotas. Ahora estamos en las listas electorales y damos miedo”.