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NC y sus satélites orbitan la galaxia en una misión especial

D. N. M. | Santa Cruz de Tenerife

Se apellida Rodríguez -Román, de nombre- pero no está solo. El líder de Nueva Canarias ha extendido su “nacionalismo progresista” a las siete islas a través de lo que se ha venido en denominar “frente amplio”. Las sensaciones son de un salto de pértiga parlamentario, al pasar de los dos escaños de la octava legislatura a un grupo de “cinco asientos como mínimo”.

El resultado de la confluencia es la combinación de renovación y experiencia. Los estrategas de NC asumieron el riesgo de configurar un equipo a golpe de talonario -en este caso, no de dinero- y sentir el aliento de la frustración al igual que los ridiculizados directivos de clubes millonarios que luego terminan la temporada en blanco. El éxito de partida en política se mide en votos, aunque a posteriori se encajen goles incluso en propia puerta. Para esta competición, Román Rodríguez le ha entregado la camiseta a Santiago Pérez. El exdirigente del PSOE promete dejarse la piel en el campo y el expresidente autonómico se agarra al césped con los tacos de las botas.

En su afán por transformar la faz de la región, NC y sus satélites orbitan en una galaxia de propuestas aportadas por un universo de colectivos sociales con la misión especial de “reorientar un modelo gubernamental fracasado que genera miseria, pobreza y paro”. La hoja de ruta de Nueva Canarias proyecta el desvío del rumbo para centrarse en la defensa infinita de los servicios públicos, los derechos sociales, la incentivación económica, una fiscalidad más progresiva y una mayor participación de la sociedad para perfilar un modelo de desarrollo “integrado” donde “el territorio sea un aliado del futuro”. La nave surca el firmamento electoral con energía renovable. Dibuja una estela de “transparencia, más democracia y autogobierno”. Las convicciones y los principios “siempre han guiado a Nueva Canarias”, pregona Román Rodríguez. “Reivindicamos nuestro pasado y estamos orgullosos de él”. Desde ese punto de vista, el candidato observa que la ciudadanía “no puede soportar más ajustes, el deterioro de sus condiciones de vida, el descrédito de la política ni el debilitamiento de Canarias en el contexto español”.

Nueva Canarias ha construido un programa “de abajo arriba, de las calles a las instituciones”. Cerrado “el ciclo de los recortes y del descrédito”, se vislumbra “uno en el que la economía gire alrededor de las personas”.

El “quebranto del sistema de valores” lleva a NC a presentar la alternativa a “un bipartidismo que se pliega a los dictados de los mercados”. Ante este panorama, Rodríguez transita la circunvalación en dirección a un destino descrito en las estrellas.