Así titula mi amigo, Emanuel Ramírez, un niño colombiano de nueve años, la carta que me acaba de enviar para que la publique. Sus deseos son órdenes para mí, por lo que paso de inmediato a transcribírselas: “En Colombia, como en cualquier otro país, hay gente buena y mala. Pero en todos los países, los niños son buenos y me gusta mucho cómo Japón, un país tan pequeño pero con la herencia samurai, forma niños grandes de imaginación y carácter. ¿Cómo es posible que el pobre estúpido de Justin Bieber dañe mentes intelectuales que tienen tantos niños inocentes? Los niños son el futuro de nuestro planeta, no les compremos nada de tecnología porque ¿para qué le sirve a un niño tener un celular? Muchos padres dirán que es para saber cómo está su hijo pero no es así. Las muchachas de veinte años se la pasan viendo al mariguanero inútil Justin Bieber y los niños se la pasan jugando en el celular. Solución: dar un buen ejemplo al mundo de lo bueno de los niños, dar una buena educación, no fumar, no tomar y hacer deporte. Atentamente, un mensaje al mundo de Emanuel Ramírez. Colombiano”.
Se puede decir más fuerte, pero no más claro. Incluso, dudo que cualquier otra forma de contarlo tuviera la rotundidad, la fuerza y la valentía que tiene este niño colombiano. Él desea alzar la voz a un mundo que ve perdido y me pide ayuda. Porque lo conozco, sé que este chaval tiene el coraje de enfrentarse a menudo con sus compañeros de clase por exponer y mantener sus criterios a contracorriente de muchos que no tienen la suerte de estar tan despiertos y lúcidos como él. Eso le suele ocasionar algún que otro ataque personal en los recreos cuando la toman con él por su sensibilidad disidente. Su gran sueño es crear una fundación para salvar al tigre de Bengala. Quién sabe si le acompañará también la fuerza y la oportunidad para salvar el futuro de este planeta a la deriva, que cómo él bien dice, está solo en manos de los niños. Tendremos que confiar en él y en los que piensan igual, dispuestos a crear “un mundo de lo bueno de los niños”. Mientras tanto, el planeta que tenemos colapsa entre certezas alarmantes como la anunciada esta semana por el actor Chuck Norris que advierte sobre los planes inmediatos del ejército americano para invadir y militar el estado de Texas ¿..?. O la del padre de familia español que ha sido arrestado con tres meses de cárcel y una ley de alejamiento de seis meses de su hijo adolescente al que le dio un cachete por volver a casa reiteradamente de madrugada. O la del caso de otro no menos adolescente -sin cachete-, que mata a su profesor en un colegio de Barcelona e hiere gravemente a cuantos compañeros pilla por delante. O la protesta de un Papa que prefiere dormir en un tranquilo y modesto convento que en su residencia vaticana ¿..? O el éxito de una familia real que consigue cambiar la ley para que solo pueda ser juzgada con más “garantías” por el Tribunal Supremo y no por un vulgar y menos fiable juzgado de Palma de Mallorca. Sumen y sigan ustedes la lista de imputados y aforados. ¿Cuándo nos quitaremos de encima tanto miedo y a los que lo siguen fabricando?