Desde la óptica>

Plagiar al contrario – Por Javier Rabanal

El peligro acecha y en la sombra se esconde la figura de un depredador voraz que, agazapado bajo la cantinela de las celebraciones, espera para devorar al incauto club blanquiazul. El rival viene ascendido pero cuenta en sus filas con motivación y potencial suficientes para torpedear las opciones de permanencia antes de la última jornada de las que disfrutamos ahora.

En Gijón pudo ser otra historia pero no lo fue. Maxi ya no es el sorprendente jugador que apareció con el cambio de entrenador y arriba lo acompaña un jugador que necesita el gol como el comer para justificar el resto de cosas que hace en el campo, ninguna. Ifrán es goleador y vive de eso pero más allá de este manido dogma está el hecho de que el resto del tiempo apenas aporta nada. No presiona, no estorba, no aguanta, no se asocia y ahora encima no marca. Tremendo jugador con un rendimiento en caída que amenaza derrumbe. Con esta nula capacidad ofensiva todo quedó en manos del destino o de un Omar que demostró un nivel muy superior al del resto de sus compañeros. Suso tiene la experiencia, Omar los movimientos.

Este año la responsabilidad debe recaer en manos del capitán bigoleador, en el futuro no lo tengo tan claro. Tiempo a la cantera, no tiremos cohetes. El partido cayó de maduro pese a que en las narraciones nos quisieran pintar que el Sporting no era tan fiero. Apisonadora de canteranos que hizo un par de goles y marró otro par más. Si queda 4-1 no nos hubiéramos extrañado. Eso ya no tiene arreglo así que habrá que buscar la permanencia en el Heliodoro. Lo de este conjunto asturiano, no obstante, es para mirarlo y si se puede hasta plagiarlo. Si lo piensas no se basa en darle oportunidades a la cantera y que sea lo que Dios quiera. Comparar la masa social de uno con la del otro es complicado. Luego están las ciudades deportivas de ambos. Hasta el en el campus de verano la superioridad del Sporting provoca sonrojo. Disponen de cabañas en las que los niños hacen convivencia mientras ven los verdes campos de Mareo. Espacio para una pista de futvoley de arena, para entrenamientos específicos de porteros, gimnasio, salas de audiovisuales, un campo con grada techada para el filial y además de las cabañas una residencia en la que hacer concentraciones. Nosotros tenemos Geneto, está todo dicho.

De cara al fin de semana no comulgo con la idea de llenar el estadio a cambio de entradas de 1€. Cuando las entradas se regalan al recinto puede entrar cualquiera, incluso gente que no sepa comportarse en los malos momentos y eso se sabe lo malo que es hasta en Las Palmas.