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Se puede ir a votar con el DNI caducado, pero no con una copia

Votantes ante las mesas de un colegio electoral. / EP
Votantes ante las mesas de un colegio electoral. / EP

D. N. M. | Santa Cruz de Tenerife

A la pregunta de si este domingo se podrá ejercer el derecho al voto presentando el DNI caducado, la respuesta es que sí. Pero no se acepta una fotocopia como documento para identificarse. También sirven el pasaporte y el carné de conducir. Es imprescindible que la referencia incluya una foto a cara descubierta.

En la mesa mesa electoral habrá un ejemplar certificado de la lista del censo para comprobar la inscripción. Se dispondrá, asimismo, de un listado del callejero de la sección y el rango alfabético de iniciales del primer apellido de los electores para su exposición pública en el local. En caso de duda o en el supuesto de que un interventor, apoderado u otro elector haga una reclamación, la mesa decidirá por mayoría en virtud de las acreditaciones y de los testimonios personales que se aporten.

Cada oveja con su pareja. Si no, alguien podría salir trasquilado. A los electores solo se les permite depositar las papeletas en la sección y la mesa que les han sido asignadas. El interventor que esté registrado en otro sitio tiene la opción de votar por correspondencia. La legislación de aplicación especifica que los electores “se acercarán a la mesa de uno en uno, después de haber visitado, si así lo deseasen, la cabina que estará situada en la misma habitación, en un lugar intermedio entre la entrada y la mesa electoral”. Dentro de la cabina, el votante podrá elegir las papeletas e introducirlas en sobres del mismo color. Para esta convocatoria son tres: blanco (Ayuntamiento), verde claro (Cabildo) y sepia (Parlamento).

En el siguiente paso, el ciudadano comunicará su nombre y apellidos al presidente de la mesa. De la verificación se encargarán los vocales y los interventores. Luego, el votante entregará el sobre cerrado al presidente, que, “sin ocultarlo ni un momento a la vista del público”, dirá en voz alta el nombre del elector con el añadido de “Vota” y se lo devuelve para que lo introduzca en la urna. Quienes no sepan leer o estén impedidos podrán valerse de alguien “de su confianza” para escoger la papeleta, colocarla en el sobre o traspasarla al presidente de la mesa.
El escrutinio ya es otro cuento.