Sofisticación exquisita

Aurelia Gil por Patri Cámpora (1 de 6)

SYLVIA MADERO/ FOTO: PATRI CAMPORA

Sofisticación, versatilidad, elegancia… Propuestas extremadamente femeninas realizadas con mimo y tejidos de primera calidad, definen la esencia de la firma Aurelia Gil. Esta grancanaria de voz serena y con un punto de sobriedad asegura que lo suyo es totalmente vocacional y que es feliz con lo que hace, lo que se le da bien desde que era niña

¿Cuándo te das cuenta de que lo tuyo es diseñar y decides dedicarte a ello?

Mi pasión por el diseño viene desde lejos. Cuando era niña me gustaba coser, pintaba, rompía la ropa y le hacía vestidos a las muñecas, diseñaba ideas para mis disfraces de Carnaval… Ya de grande, cuando acabé mi formación en Bellas Artes, le dije a mi madre que quería irme a Madrid a estudiar Moda y así fue; hice un posgrado de dos años. Allí aproveché mis conocimientos plásticos de la carrera para enfocarlos a la moda; además di marketing, protocolo, modelismo, estilismo, escenografía y pasarela… asignaturas totalmente distintas de las que cursé en Bellas Artes. Una vez que acabé el master trabajé durante un tiempo con una compañera hasta que salieron las becas de Gran Canaria Moda Cálida, una oportunidad para trabajar un año en empresas especializadas del mundo de la moda. Decidí presentarme y tuve la suerte de que me la concedieran, así que volví a mi tierra.

Volviendo a las Islas, donde empezó todo ¿consideras que ser diseñador en Canarias es una meta complicada?

Es súper difícil. Lo era antes y lo es ahora. Cuando yo empecé, lo complicado era encontrar formación en este sector; no había master concertado y si querías estudiar tenías que irte fuera. Toda mi formación fue privada, cara y no todo lo completa que hubiese sido si me hubiera ido a Londres, Milán… Ahora la situación ha mejorado en ese sentido; los estudiantes de las Islas cuentan con Grado en Moda en Tenerife y en Las Palmas de Gran Canaria. De todas maneras, cada uno estudia según sus posibilidades y a pesar de las dificultades si esto te gusta no hay que tener miedo de empezar; eso sí: es una profesión tremendamente vocacional y hay que tener actitud para que no te flaqueen las fuerzas. Es un mundo de codazos, de pelear duro.

A pesar de todo, poco a poco te vas haciendo con un nombre dentro del sector, ¿qué le dirías a los que quieren llegar a lo que tú has llegado?

Vivimos en un mundo en el que quien quiera ropa, la va a encontrar en cualquier parte y siempre va a haber guerra de precios. Quien quiera dedicarse a esto debe ofrecer propuestas realmente especiales y personales para diferenciarse de lo que ya existe. Si quieren hacer algo de calidad tienen que hacerlo lento y con cuidado, saber cuál es su producto, cuidarlo, darle forma y carácter… También es muy importante cuidar al máximo la imagen corporativa; elegir con mimo las imágenes y el logo de la marca. Les aconsejo que trabajen mucho siendo ellos mismos y que tengan mucho espíritu de sacrificio. Y que el ego no supere al talento… este es mundo de mucho ego; siempre hay alguien o algo mejor, pero aun así hay espacio para todos.

¿Dónde buscas la inspiración para hacer tus colecciones?

Viajando. Lo adoro y lo necesito. Creo que para un diseñador es fundamental salir de aquí: para conocer tienes que ver. Este es un trabajo en el que las fuentes de inspiración y la carga cultural que puedas tener encima son un añadido a tu favor.

Si tuvieras que definir la firma, ¿cómo lo harías? ¿qué tejidos, colores, formas… son tu seña de identidad?

Aurelia Gil es una firma totalmente volcada en la mujer. Piensa en su cuerpo y utiliza tejidos de calidad; la mujer que lleve uno de sus diseños será quien le dé carácter. Intento hacer ropa que sirva tanto para el día como para la noche, siendo siempre exquisita y clásica en los acabados. Mis propias clientas me han enseñado que todas las mujeres son un mundo y creo que ahí está la clave: un diseñador debe escapar de la globalización que existe en el mundo de la moda. En cuanto a los tejidos, siempre va a haber sedas en mi colección, puntos, lanas y tejidos naturales como base. He usado todos los colores, ¡incluso los uso más de lo que me los pongo yo en mi día a día! (se ríe). Mi favorito sin duda es el rojo.

¿Qué ha supuesto para ti desfilar en una pasarela de renombre dentro del sector como es Madrid Fashion Week?

Desfilar en pasarela es prácticamente el 50% del aprendizaje en esta profesión. ¿Participar en Madrid Fashion Week? Lo hemos notado mucho como marca. Ha habido un giro cualitativo en todo, hemos ampliado los puntos de venta, estamos trabajando en la tienda online porque la firma empieza a conocerse… sin duda ha sido la herramienta que nos ha permitido salir y darnos a conocer.

Además de tus colecciones, diseñas también para novia…

Así es. Tenemos tres colecciones al año: primavera-verano y otoño-invierno en nuestra línea prèt-a-pôrter y swimwear, nuestra colección cápsula de baño, que la hacemos en junio. Aquí es donde me explayo, es mi propuesta al 100×100. Pero trabajar para las novias es diferente ya que lo planteamos como atelier; no llega a ser alta costura, pero sí que se asemeja a una propuesta personalizada para cada clienta. Aquí, nuestra filosofía es que cada novia encuentre su vestido y que sea único.

¿Dirías que es donde más desarrollas tu creatividad?

Pues me he dado cuenta de que disfruto muchísimo haciendo las dos cosas, ya que con mis colecciones desarrollo más la creatividad y con los vestidos de novia el oficio. Estos vestidos llevan todo lo que no tiene la ropa de prèt-a-pôrter: con ellos tengo que conseguir que el fruncido quede perfecto, que el drapeado tenga una caída maravillosa, que las costuras no se vean… son de ensueño.

Si echas la vista atrás… ¿cómo dirías que ha sido tu trayectoria?

Si tuviera que definirme, diría que soy alguien que siempre camina hacia delante, así que mi trabajo va en ese sentido. No ha sido una trayectoria premeditada; empecé a trabajar por vocación absoluta y a medida que he ido andando he ido aprovechando las oportunidades y esquivando, aceptando o solucionando los problemas que se me han planteado… Ahora, mirando con perspectiva, puedo decir que tengo mogollón de proyectos. En verano sacaremos la tienda online totalmente testada y con diseños nuevos y también me gustaría abrir un punto de venta en mi ciudad. Nos están entrando puntos de venta nuevos en Madrid y alguna otra ciudad (de momento no puedo dar más detalles)… En Aurelia Gil veo crecimiento a pesar de la circunstancia realmente deprimente de este país; pero he conseguido capear el temporal y parece que sigo capeándolo; espero que me dure esta sensación.

¿Y para el futuro?

Mi mayor proyecto es seguir caminando. Me gustaría hacerme mayor con el trabajo que tengo, que me diera más dinero (como todos queremos) y poco más… Crecer… aunque de forma controlada (nunca he creído en los pelotazos, son efímeros). A día de hoy estoy aquí, creo que se me respeta dentro del sector, y la firma cada vez es más conocida. Soy feliz.