La piscina municipal cubierta de Candelaria sigue sus pasos para ser una realidad en menos de dos años, a través de un concurso público que tiene un presupuesto de unos seis millones de euros. Ayer la mesa de contratación decidió proponer al Pleno la adjudicación de las obras a la UTE Candelaria, un conglomerado de pequeñas empresas locales, teniendo en cuenta los informes de los técnicos municipales en los que las puntuaciones obtenidas fueron de 73,88 puntos la adjudicataria y 56,16 Syocsa, la otra empresa que se presentó al concurso. Una puntuación para la que se ha valorado especialmente la singularidad de la infraestructura propuesta, el aprovechamiento de la parcela y la aportación de soluciones novedosas, así como su accesibilidad.

José Gumersindo García Trujillo, alcalde de Candelaria, y Domingo Ramos, concejal delegado de Infraestructuras, formaban parte de la mesa de contratación, al igual que el interventor y el secretario municipal, como vocales, y la funcionaria de Contratación, como secretaria. La arquitecta municipal, Naira Guzmán, fue la encargada de detallar cada uno de los puntos de los pliegos de licitación y las puntuaciones que habían obtenido cada una de las dos empresas que se presentaron.

Una vez adjudicada la obra por la mesa, será el pleno extraordinario de la próxima semana el que debe hacer la adjudicación. A partir de ese momento comenzarán a correr los plazos para que se presente el proyecto definitivo que se ejecutará y comiencen las obras, que tienen un plazo de 16 meses. El anteproyecto ganador del concurso se desarrollará en cinco niveles, donde habrá espacio para aparcamientos, un local comercial relacionado al centro deportivo, la sala principal, donde estará la piscina con tres vasos principales, y una última planta del edificio donde estará el gimnasio y cinco salas para otras actividades.