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Los vecinos oyeron los gritos de dolor de las víctimas

El presunto asesino, durante la sesión del juicio celebrada ayer en la Audiencia provincial. / SERGIO MÉNDEZ
El presunto asesino, durante la sesión del juicio celebrada ayer en la Audiencia provincial. / SERGIO MÉNDEZ

T. F. | Santa Cruz de Tenerife

Los vecinos de la vivienda de Piedra Hincada en la que fallecieron tres personas a puñaladas a primera hora de una noche de marzo de 2013 reconocieron ayer en la segunda sesión del juicio que se celebra por estos hechos que oyeron los terribles gritos de dolor que proferían las víctimas. Concretamente destacaron los gritos de un adulto y, sobre todo, de un niño. Cabe recordar que el pequeño fallecido, de apenas cuatro años de edad, recibió un total de 40 puñaladas después de haber sido testigo de cómo fallecieron sus abuelos. Además, los que se cruzaron con el acusado tras el triple crimen explicaron que no parecía nervioso, y que se fumaba un cigarrillo cuando, al ser cuestionado por los gritos (que alguno imaginó que se debían a que el niño se había caído), les dijo que “ya acabó todo, ya los maté”. Estos testimonios fueron prestados en la segunda sesión del juicio que celebra la Audiencia provincial de Santa Cruz de Tenerife contra un varón de 44 años de edad y origen caboverdiano al que se le acusa de un triple asesinato. Tanto la Fiscalía como las acusaciones particulares han solicitado un total de 75 años de prisión por los tres crímenes, mientras que el acusado aseguró en la primera sesión del juicio que no recordaba nada de lo acaecido porque se encontraba bajo los efectos de la ingesta de bebidas alcohólicas. Por aquel entonces se informó de que este ciudadano caboverdiano, de nombre Jose, había arrojado 0,69 mililitros de alcohol en sangre.