FULGENCIO DÍAZ | Santa Cruz de Tenerife
El Ayuntamiento de la capital chicharrera ha invertido casi un millón y medio de euros en mejorar el servicio de recogida selectiva de basura con vehículos especialmente diseñados para actuar en vías estrechas, muchos menos ruidosos y contaminantes. Este nuevo equipamiento fue presentado ayer por el alcalde, José Manuel Bermúdez, quien anunció que sigue declarando “la guerra a la suciedad y para ello estamos dotándonos de nuevos medios”.
El concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, alabó la eficiencia de las nuevas dotaciones, ya que “van a permitir una actuación más fácil que podrá llegar a todos los rincones de los barrios de la capital”. Los nuevos vehículos disponen de equipos hidrolimpiadores montados en furgones y están especializados en labores de limpieza a presión. Una de las características destacables es su versatilidad, ya que, al ser ligeros y de pequeñas dimensiones, podrán tener acceso a zonas peatonales o plazas del municipio. Las bombas de presión integradas en los vehículos permitirán realizar la limpieza en profundidad de grasa y suciedad incrustada en la calzada, que no puede ser eliminada por los procedimientos tradicionales de barrido o baldeo. Otra de las medidas de mejora del servicio de limpieza es la puesta en funcionamiento de 15 contenedores de residuos soterrados, de 3.000 litros de capacidad, cuyo objetivo es mejorar la imagen del centro y la zona comercial de la ciudad.
Multas ejemplares
Tras las críticas de la oposición durante los últimos meses debido a la falta de limpieza y el aumento del vandalismo en la ciudad, el Gobierno municipal va a intentar que “las sanciones sean ejemplares para crear un efecto disuasorio en los que ensucian”, según explicó el alcalde. Así, se está ultimando la modificación de la ordenanza de limpieza con la inclusión de multas que oscilan entre los 500 y los 2.000 euros para las personas que ensucien las vías y el mobiliario público. Dámaso Arteaga matizó que “no se multará igual” a un vecino que no recoge los excrementos de su mascota, que al que pinta una pared sin permiso o quema un contenedor.
El alcalde Bermúdez, por su parte, hizo un llamamiento a los vecinos para la concienciación y sensibilización” con la labor de limpieza de los trabajadores, y para la “minoría” que no quiera contribuir, espera que “sea sancionada” por las autoridades.