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Cambios en el PP

El Partido Popular está tan falto de caras nuevas que una de la vieja escuela como Esperanza Aguirre es quien hace las veces de piedra en el zapato a Rajoy. Muchos no la pueden ni ver pero es cierto que desde hace ya tiempo promueve ideas para su partido, siempre a remolque, a tener muy en cuenta. Ella, que ahora va un poco por libre, ha afirmado que “se acabó el tiempo del dedo divino, ahora deben ser los militantes los que elijan”, refiriéndose al próximo presidente/a del PP de Madrid. ¿Podrán los militantes del PP en Canarias elegir a su próximo presidente/a regional? Lo dudo. Ahora que están a punto de tomar posesión los diputados en el parlamento canario, ¿se sonroja alguien en el PP por ser la única formación mayoritaria que no eligió a su candidata a la Presidencia del Gobierno de Canarias mediante votación como sí hizo PSOE y CC? A mí se me antoja ver una relación entre la forma unilateral de elegir a los candidatos y los pésimos resultados. Pero que no cunda el pánico, Esperanza tiene la solución. Hay que reilusionar al electorado. “Reilusionar al electorado” parece una estupidez digna del manual más barato de autoayuda que se despacha. Nunca antes el electorado había estado tan motivado como ahora, lo que ocurre es que su motivación es darle al Partido Popular una bofetada con la mano abierta. Sugiere también Aguirre que hay que ir a todas las sedes y a todos los distritos. Por favor, que alguien le diga que su sugerencia no es más que la versión peninsular de la acuñada por Asier Antona: hay que patearse caminos y rodaderas. Hay tiempo, repetía una y otra vez Aguirre. “Hay tiempo, lo que no hay es tiempo que perder”. Pues en realidad yo ahora mismo estoy haciendo tiempo antes de enviar al periódico la columna. Miro la prensa digital entre párrafo y párrafo a ver si publican ya de una vez los cambios en el gobierno de Rajoy que habían anunciado. Estoy esperando. Creo que seguiré esperando sentada.

Por Cristina Molina @cristination_