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CC y el PSOE reconocen que la sanidad pública está enferma

Concentración de protesta de sanitarios del hospital de La Candelaria. / DA
Concentración de protesta de sanitarios del hospital de La Candelaria. / DA

DOMINGO NEGRÍN MORENO | Santa Cruz de Tenerife

Sobre el diagnóstico no hay discusión: la sanidad (pública) es uno de los problemas que más preocupan a los canarios. Este dictamen médico lo incluyen en sus respectivos programas electorales los partidos con opciones de gobierno. Incluso así lo reconocen los dos que han compartido responsabilidades y que quieren repetir, aunque CC traspasaría Sanidad al PSOE. Las discrepancias surgen a la hora de extender las recetas para curar esta enfermedad crónica.

“La politización de la gestión ha conducido a la elaboración de un modelo de asistencia que no obedece a las necesidades reales de la población”, observa el PSOE. Actualmente, advierte, “la ciudadanía no es el centro del sistema, sino un sujeto pasivo, pues no participa en la planificación ni en las decisiones”.

Los socialistas sitúan el origen de ese mal endémico en la transferencia de las competencias a la Comunidad Autónoma, en abril de 1994. Desde esa fecha, y excepto en la etapa de 2007 a 2010 -con Mercedes Roldós (PP) de consejera-, “Coalición Canaria ha asumido la gestión directa del sistema sanitario público”, recuerdan los nacionalistas. “La ampliación de las plantillas del Servicio Canario de la Salud (SCS) hasta los 25.000 empleados, las inversiones en equipos de alta tecnología e infraestructuras, la creación del Servicio de Urgencias Canario (112), la implantación de nuevas tecnologías, la mejora en los procedimientos y el impulso de la red de alojamientos alternativos” son algunos de sus “logros”.

Mientras CC carga las culpas de la “regresión” sobre el Gobierno de la nación por los recortes presupuestarios, el PSOE critica el “exceso de privatización” en la provisión de servicios sanitarios. A su entender, esa práctica “descapitaliza la prestación sanitaria pública lenta y progresivamente refuerza la iniciativa privada”.

A juicio del PP, “la masificación de las urgencias y las vergonzantes listas de espera no se arreglan con la hipocresía”. Todos prueban de su propia medicina.