Hace tres años y pico consiguieron mayoría absoluta en unas elecciones generales mediante una estafa electoral. Así de claro, engañaron a los españoles/as con mentiras y falsas promesas, y a partir de ahí, se sintieron los dueños de España. Hablamos de Rajoy/PP, que son la misma cosa. Pensaron que el fraude electoral, los recortes sociales, las reformas antilaborales, las leyes mordazas y contra la libertad de expresión, y, sobre todo, los casos de corrupción y saqueo institucional, pasarían desapercibidos para la inmensa mayoría de la sociedad española; pues no señor, hicieron mal los cálculos, porque el pasado 24M, las urnas hablaron más claro que el agua: rotundo castigo a Rajoy/PP. El mapa de municipios y comunidades cambió radicalmente de color. Aquella visión del azul con la gaviota (PP), los ciudadanos/as decidieron cambiarla por el rojo (PSOE) y morado (Podemos). La sonrisa de algunas estrellas de la política española han desaparecido, al menos de momento: Aguirre, Rita Barberá y, de manera especial, la Cospedal.

Esta última tendrá echadero seguro. En cualquier caso, aunque todavía queda mucha mierda que limpiar, hemos hecho un buen zafarrancho político. Y sí Rajoy/PP han recibido un batacazo electoral en toda la península ibérica, ¿cómo calificamos lo de Canarias? Hombre, sí nos atenemos a la alegría con la que han recibido los resultados, no parece haberles dolido demasiado. Por supuesto que ellos/as no se verán demasiado afectados, sin embargo, el pueblo, sobre todo donde no gobernarán, se verá aliviado de prepotentes y macarras. Estoy optimista y convencido de que los resultados electorales del 24M marcan el principio del fin de los imperios políticos, dominados por el PP/PSOE. Esto no tiene marcha atrás. El giro copernicano del PSOE hacia la izquierda natural, junto al empuje de Podemos, conducen al sendero de la democracia real. Y mientras Rajoy/PP patalean y se cabrean, nosotros a seguir luchando, porque: ¡Poder, podemos!