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Dimisiones y pactos – Por Juan Henríquez

Tenemos una democracia de baja intensidad. Me explico. Hace escasamente un mes y poco, los ingleses celebraron elecciones generales en las que ganó con mayoría absoluta el conservador Cameron; pues bien, la misma noche electoral dimitieron cuatro líderes que perdieron, entre ellos el laborista Miliband. Igualito que aquí. José Manuel Soria no sólo pierde las elecciones, sino que se declara culpable de los resultados, ¿dimitió? En el Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso perdió 5 consejeros, ¿dimitió? En Santa Cruz, Cristina Tavío, bajó en 3 concejales, ¿dimitió? En La Laguna, José Carlos Alberto perdió 6 concejales, ¿dimitió? En el mismo municipio Antonio Alarcó perdió dos concejales, ¿dimitió? Y así podría seguir con una lista interminable. Por lo visto el término “dimitir” es palabra rusa desconocida para los políticos/as.

Que no hombre, que aparte de una democracia bananera, aquí cada uno se monta su chiringuito, y da lo mismo empatar, perder o que te bajen los pantalones y te zumben la morcilla; lo importante no son los ciudadanos, sino mis perritas a final de mes y el adosado con cerámica china. Porque señores, los hay que empezaron a comer caliente cuando entraron en política. El día que presenten la vida laboral, sólo aparecerá la cotización por el cargo, jamás cotizaron por cuenta ajena, son los vividores de la política. También quiero hablar de pactos. Y quiero resaltar que no entiendo a la izquierda que pudiendo apoyar al PSOE, para evitar un gobierno de derechas, se abstenga o apoye al PP. Es el caso de Güímar, donde Sí se puede, fuerza a la que voté, permita con su abstención que gobierne una conservadora del PP. Y así en otros municipios, en los que Podemos, que aglutina varias fuerzas políticas de la izquierda progresista, permite gobiernos de derechas, antes de pactar con los socialistas del PSOE. Sencillamente no lo entiendo, la próxima me pensaré el voto con más calma. Me siento estafado por Sí se puede y Podemos. ¡Aviso a navegantes!