1. Lo peor de la nueva izquierdona española es su tendencia al horterismo y a la crueldad. Ya han visto lo del concejal Zapata, en Madrid, que lo iba a ser de Cultura, y que hizo humor negro con el holocausto nazi y con las piernas de Irene Villa. Vayan a la Internet, ahí lo tienen. Menos mal que se mandó a mudar. Si hubiera sido uno del PP, a estas horas estaría colgado de un palo en la Plaza Mayor. Es la nueva izquierdona, cruel y despiadada, que no tiene rubor a la hora de meterse con sus semejantes o de hacer humor negro con sucesos depravados de la historia. España ha caído ante los pies de esta gentuza, más como escarmiento hacia la derechona torpe y caciquil que por afinidad con estos mastuerzos que llegan a la política para vengar sus neuras. Me dan ganas de huir pero soy demasiado viejo para levantar el campamento.
2. Nos esperan voladas abominables de quienes han venido a ocupar las instituciones. Y Dios nos libre de que gente como el concejal Zapata avance posiciones en las legislativas; entonces, apaga y vámonos. Esta no es la izquierda romántica de la bendita Transición; ésta es otra, resabiada y revanchista, que si levanta las alfombras no es para aborrecer el pasado, sino para ejecutar a sus protagonistas, aunque sea con la palabra. Hasta han tomado por asalto los medios de comunicación, con la colaboración del PP, que deja morir a aquellos que eran amigos y mantiene generosamente a los que no lo son, en una extraña política de medios y de libertad de expresión. ¿Por qué dejaron caer Intereconomía? ¿Por qué le practicaron la respiración asistida a Prisa? ¿Por qué no respondieron con métodos, democráticos por supuesto, a las “democráticas” críticas de los canales privados? ¿Quién del Gobierno de Rajoy perdió el control?
3. Nos esperan tiempos atormentados y mira que yo siempre soy el más optimista de la clase. Pero hay demasiado odio en algunas miradas y demasiada brutalidad en ciertas actitudes para tener confianza. Y demasiada ignorancia para confiar en ellas. Mas la izquierdona revanchista no va a durar mucho tiempo porque se comerá entre ella. Ya lo verán.
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