Hoy no abrirán los bancos griegos. Se han establecido controles a la circulación de capital, después de la ruptura de las negociaciones de Grecia con los acreedores internacionales (Comisión Europea, BCE y FMI), según anunció el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, en una intervención televisada. La situación del país es tan crítica como llena de incertidumbre.

Grecia siempre fue un país orgulloso de su historia y su deporte. No hace demasiado tiempo sus clubes, especialmente en disciplinas como el baloncesto o el voleibol, competían al máximo nivel, con los mejores jugadores europeos en sus filas. Ahora, los descensos por impagos azotan a entidades históricas que, dada la dramática situación, han tenido incluso que pasar a jugar sus encuentros con luz natural para ahorrar a la hora de tener que poner en marcha el suministro eléctrico.

Vitolo, actual jugador del Tenerife, conoce bien Grecia al militar en Aris y PAOK de Salónica, así como en el Panathinaikos. El de Valleseco abandonó Grecia justo cuando la crisis empezaba a ser una amenaza seria: “El futbolista estaba un poco al margen. Los clubes garantizaban nuestros pagos, pero en la calle se palpaba la preocupación de la gente y los medios no paraban de hablar de la crisis. Todo pasó de cero a 100 casi de un día para otro”.
Entonces esa gente decidió echarse a la calle. Comenzaron las manifestaciones y muchos clubes empezaron a no poder hacer frente a sus obligaciones. El Panathinaikos abandonó el estadio Olímpico para ahorrarse el mantenimiento de las instalaciones y entidades como el AEK descendieron varias categorías: “Lo notaba en el estadio. La gente estaba más nerviosa de lo normal. Creo que se utilizaba el fútbol como medida de desahogo ante esa situación”.

Una vez acabada la temporada en la Liga Endesa, Fotis Lampropoulos, tras defender la camiseta del CB Canarias, regresó a Grecia. Las últimas noticias lo han sorprendido en Atenas, donde sigue entrenando de cara al próximo curso: “La Troika propuso algo que Tsipras no ha aceptado. Ha pedido un referéndum para que sea la gente la que diga si quiere seguir sufriendo así o abandonar el euro”, señala el jugador con tono calmado.

Para Fotis, el miedo es “real”, pero “no exagerado”. “Quizás la gente mayor es la que se ha podido asustar más. Es cierto que el escenario es de incertidumbre, aunque el gobierno griego trata de transmitir tranquilidad. Debemos esperar”.

No es fácil vivir esa incertidumbre desde la distancia. Tassos Kotsekidis es casi tan griego como chicharrero. Llegado a la Isla en 1983, el presidente del Club Aikitas, una de las academias de Artes Marciales más prestigiosa de Tenerife, resalta el coraje del pueblo griego y cómo la crisis ha ayudado a unir a varias generaciones: “La gente está, de repente, muy unida porque siente realmente que no le permiten otra opción para quedarse en Europa. Somos un país que ha sufrido muchas guerras, sabemos lo que es vivir en alerta. Todas las generaciones se han unido para solucionar esto”.

Con demasiadas informaciones cruzadas, con noticias llegadas de Grecia y del resto de países de la Unión Europea, Tassos insiste en dejar claro que no todo es como podemos percibir: “Leo mucho que Grecia no quiere pagar y sigue pidiendo dinero y eso no es verdad. Lo que se pide es ayuda, con más plazos y facilidades para poder pagar con dignidad, sin tener que vender el país completamente”.